El gobernador Cuitláhuac García Jiménez posteó esta emotiva semblanza sobre su padre, el Doctor en Educación, Atanasio García Durán:
«Desde Tlatlauqui, una localidad del Estado de Puebla muy cerca de Teziutlán, un matrimonio de campesinos se aventuró caminando hacia Xalapa a buscar nuevas oportunidades de trabajo en la cosecha de café, aprovechando las temporadas de corte en las fincas de Coatepec. Corrían los años cuarenta y ya se habían asentado en un jacalito en lo que hoy se conoce como la Col. Salud de la ciudad capital. Ahí nació el último de los hijos de esa numerosa familia de hermanos y una hermana.
Desde niño tuvo que trabajar para mantenerse en la escuela.
Viviendo ya en una vecindad de la calle Clavijero, justo atrás de la Arena Xalapa, logró salir de una de las primarias céntricas de la ciudad a pesar de las dificultades económicas.
Fue motivado por grandes maestros a seguir en la escuela de artes y oficios, en lo que hoy es la escuela secundaria técnica no. 3 en la av. Manuel Ávila Camacho, integrándose a la primera generación.
Inspirado por educadores de esa escuela se inscribió en la Escuela Normal Veracruzana, la hoy Benemérita. Egresó galardonado con la medalla de bronce y quien fuera medalla de plata de esa misma generación de normalistas (llamados así mismo como «generación Aztecas») se convirtió en su compañera de vida, su esposa.
Decidieron ir a la zona rural más apartada por la huasteca veracruzana.
De ese matrimonio nació un servidor.
Mi padre fundó una escuela secundaria, transformó un internado en una escuela agrícola y fundó el Instituto Tecnológico Agropecuario no. 18 de Úrsulo Galván, para que los egresados del CBTA de ese municipio costeño no tuvieran que irse a Chapingo, escuela de educación superior para ingenieros agrónomos y pecuario-zootecnistas.
En fin, ese es mi padre, el maestro Atanasio García Durán, hoy Doctor en Educación e investigador de la Universidad Veracruzana. Todos tendremos alguna historia sobre nuestros progenitores y siempre hallaremos el momento de sentirnos orgullosos de que nos haya convidado un poco de su vida.
¡Felicidades a todos los padres!»
