Trasciende: investigan a familiares por asesinato de Rectora de la Universidad Valladolid

Crece fuerte la versión de que la disputa por la herencia, sería el móvil del asesinato de la Rectora de la Universidad y Colegio Valladolid, Guadalupe Martínez Aguilar.
Intentaron simular un asalto y dejaron a propósito pistas falsas.
Trascendió que ya investigan a uno de sus familiares… y otra persona que era muuuuy cercana a Guadalupe, está como sospechosa.
Y es que el padre de la Rectora, Agustín Martínez Rivera, dejó una cuantiosa fortuna valuada en cientos de millones de pesos.
Martínez Rivera, como es sabido, fue dueño del tiradero de basura «El atorón» que por muchos años cobró millonarias cantidades a los presidentes municipales de Xalapa; fue propietario además de la Arena Xalapa, de decenas de camiones de volteo, flotillas de taxis, ranchos, terrenos, casas, etc.
Martínez Rivera financiaba campañas de candidatos del PRI a alcaldes, diputados, senadores, gobernadores, y luego les cobraba con creces su «inversión».
Sin siquiera haber terminado la Primaria y con un léxico sumamente limitado, el famoso «Soberano» llegó a ser dueño de una universidad.
Poco viajó por el mundo, se duda que haya conocido, por ejemplo, Europa. Nunca nos lo imaginamos comiendo en algún lujoso restaurante de Polanco, mucho menos recorriendo las tiendas exclusivas de Santa Fe, en la Ciudad de México. Eso sí, todos los días desayunaba en los restaurantes de Xalapa, en donde hacía grilla, amarres, negocios tanto con empresarios como con políticos. Rehuía las grabadoras y las cámaras fotográficas o de video. Tenía alergia a los reflectores.
Siempre vestido de manera muy modesta; jamás lo vimos de saco y corbata o con ropa de marcas exclusivas. Tipo sencillo, pero bronco. De pocas palabras, pero enamoradizo.
Rostro con semblante duro. Alto, fornido, como cargador de mercado. Para demostrar su asombro ante algo demasiado lujoso, solía decir, alargando las vocales: «esto es fiiiiino y caaaaro».