Los Yunes, rojos y uno azul, locos de contento con su cargamento…

«No hay general que se resista a un cañonazo de 50 mil pesos», solía decir Álvaro Obregón. Y desde entonces, en la política mexicana -y de otras latitudes- casi todo se maneja así: con «moches» que les piden a empresarios por concepto de asignaciones de obras o asignaciones de contratos por adquisiciones millonarias, o el sobre bajo la mesa a legisladores para que aprueben iniciativas del Poder Ejecutivo.
El tema ha cobrado fuerza porque el recién detenido ex director de Pemex, Emilio Lozoya, ha revelado millonarios sobornos a diputados y senadores durante el peñismo.
Eran tan finos para deslizar la «marmaja», que ésta era entregada en bolsas marca Louis Vuitton, según reveló un columnista en estos días. Aseguran que Lozoya tenía cajas fuertes con fajos de billetes que utilizaba para sobornar, e incluso entregaba la “lana” en esas y de otras marcas de lujo que iban engrapadas en la parte superior para impedir que se supiera su contenido.
Desde la semana pasada se comenzaron a desempolvar archivos y salieron a relucir nombres de algunos legisladores que dieron su voto a favor de tan polémica reforma.
Y cuentan que como el jibarito, los Yunes rojos y azules se fueron locos de contentos con su cargamento, luego de que aprobaron sin chistar dicha reforma en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Se trata del hoy alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez (PAN); así como el diputado federal Héctor Yunes Landa (PRI); y el excandidato a la gubernatura, José Yunes Zorrilla (PRI).
El único que se ha tratado de deslindar del asunto fue el diputado Héctor Yunes Landa, pero los otros dos han guardado sospechoso silencio… ¿Por qué será? ¿A poco habrá videos donde salen con su bolsita Louis Vuitton?