Siempre se había mencionado en diversos espacios periodísticos que los sobornos de Odebrecht salpicaban al ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, pero con lo publicado este lunes en el diario El Financiero, pues como que la cosa ya va tomando forma, porque ya hay un señalamiento directo de parte de uno de los ex ejecutivos de le empresa brasileña.
Y es que Luis Alberto de Meneses Weyll, ex directivo de Odebrecht en México, declaró que en 2010 la empresa brasileña inyectó 500 mil dólares a la campaña de Javier Duarte de Ochoa al Gobierno de Veracruz.
El exgobernador, hoy preso por actos de corrupción en Veracruz, negó el dicho de De Meneses Welly, pero la Fiscalía General de la República (FGR) lo incluyó en su petición de captura de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex.
Según un expediente publicado este lunes 3 de agosto por el Poder Judicial de la Federación, el vínculo de la empresa Odebrecht con la campaña de Duarte se dio gracias a la amistad que desde 2009 tenía De Meneses Weyll con Lozoya.
En su declaración, el exdirectivo de Odebrecht explicó que la empresa es una sociedad que, a través de varias entidades operativas o filiales, concluyó negocios en múltiples industrias, incluyendo energía, ingeniería, construcción, infraestructura, químicos, servicios públicos y bienes raíces.
Destacó que dicha empresa opera en México y 27 países más y, precisó que entre 2001 y 2016 propició pagos en el extranjero a beneficio de funcionarios, partidos políticos y candidatos políticos para obtener y contratar negocios.
Agregó que en México, la empresa era encabezada por él y recordó que conoció a Emilio Lozoya en el año 2009, mientras éste ejercía el cargo de director en jefe para América Latina del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Señaló que entre 2009 y 2012 tuvo un sinfín de reuniones con Lozoya, siempre que estaba en México y en esas reuniones lo consultaba para que lo orientara sobre la manera en que podrían desarrollar negocios.
De acuerdo con De Meneses Welly, Emilio Lozoya le comentó que para desarrollar proyectos en México, era importante asociarse con empresarios locales para fortalecer su posición en el mercado.
El exdirectivo de Odebrecht advirtió que Lozoya le dijo que en julio de 2010 habría elecciones estatales en Veracruz y que el entonces gobernador Fidel Herrera se encargaría de designar como su sucesor a Javier Duarte de Ochoa.
“Por ello la compañía Odebrecht, con la finalidad de obtener un buen posicionamiento en el futuro gobierno para la adjudicación de contratos, aportó a la campaña de Duarte de Ochoa la cantidad de 500 mil dólares”, dijo.
Señaló que, como consecuencia de dichos pagos, a mediados de 2013 el gobierno de Duarte de Ochoa, le adjudicó de manera directa a Odebrecht un millonario contrato por un proyecto de obra pública. Explicó que para ello se subcontrató a una empresa constructora.
Pero los tejes y manejes de Odebrecht en México y en el estado de Veracruz, son de vieja data, mucho antes de 2010.
En ese tenor, una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), llevada a cabo por el periodista Raúl Olmos, comprobó que el dinero de la red de corrupción empezó a fluir a México desde 2009, año en el que Odebrecht negoció su mayor inversión en el estado de Veracruz, la planta petroquímica Etileno XXI, que requirió autorizaciones estatales y federales.
El periodista investigador apunta que aquel año coincidió, además, con la elección federal intermedia.
En 2009 y hasta 2010, el gobernador de Veracruz fue Fidel Herrera Beltrán, a quien suplió Javier Duarte de Ochoa a partir de diciembre de ese último año.
Refiere la nota que entre el 3 y el 9 de junio de 2009 –un mes antes de la elección federal– una firma creada por Odebrecht en Panamá realizó dos transferencias por 2 millones 358 mil dólares a una empresa “fachada” ubicada en Veracruz, con la intermediación de dos instituciones: Banorte y The Bank of New York.
O sea, que si la FGR le rasca un poco más atrás, Herrera Beltrán también puede resultar embarrado en estas historias de sobornos, fraudes y empresas “fantasma”.
Pero Tío Fide ya está viejito y enfermo. De resultar culpable en estos enjuagues, lo más seguro es que purgue la pena en el hospital o en su casa con un brazalete electrónico.
Y al que le puede ir peor es a su discípulo Javier Duarte, a quien le pueden iniciar otros procesos, pero ahora por el tan escandaloso y sonado caso de Odebrecht… más lo que se acumule.
GÓMEZ CAZARÍN, LA GRAN REVELACIÓN DE LA 4T
Quien sigue sorprendiendo a propios y extraños es el diputado local Juan Javier Gómez Cazarín, líder de los diputados de Morena.
Y es que al concluir el Segundo Periodo de Sesiones Ordinarias del segundo año de la presente legislatura, los resultados del Presidente de la Junta de Coordinación Política son logros de una importancia y un alcance que no se pueden soslayar.
Así, por ejemplo, el primer “hitazo” que se apuntó Gómez Cazarín fue en septiembre de 2019 cuando el Congreso separó del cargo a Jorge Winckler Ortiz y nombró a Verónica Hernández Giadáns de manera interina, para finalmente finiquitar el caso al tomarle protesta a la nueva Fiscal General del Estado, en mayo pasado.
Pero eso no es todo. A esto añadimos la designación de Clementina Salazar Cruz como fiscal especializado en Combate a la Corrupción en la misma Fiscalía; de Sofía Martínez Huerta, como Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, y Delia González Cobos, auditora general titular del Órgano de Fiscalización Superior del estado (Orfis),
Asimismo, del nombramiento de Naldy Patricia Rodríguez Lagunes, Alfredo Corona y Magda Zayas como comisionados del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. A esto se suma la reforma constitucional en materia electoral, lo que implicó lograr el consenso con la mayoría de los ayuntamientos del estado.
Quien pretenda minimizar estos logros, es porque no quiere aceptar la realidad. Pero analistas políticos agudos e inteligentes ya se percataron de que esto representa sentar las bases del nuevo funcionamiento del aparato gubernamental del estado para los próximos años. Y, es preciso admitirlo: Gómez Cazarín ha sido pieza clave para la concreción de cada uno de estos movimientos en puntos neurálgicos de la actividad política de Veracruz.
Sobra decir que el oriundo de Hueyapan de Ocampo, es fuerte representante, defensor y promotor de la Cuarta Transformación en Veracruz, quien cuenta además con toda la confianza del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, con quien ha fortalecido un estrecho trabajo de colaboración entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Pero aún no terminamos con los relevantes hitazos de Gómez Cazarín. Este jueves, el Congreso del Estado nombró y tomó la protesta de ley a cinco magistradas y un magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial del Estado, propuestos por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Así se cerró el segundo periodo ordinario mencionado, para no dejar pendientes.
Discreción, olfato político, empuje, decisión, claridad de objetivos y amplia operatividad caracterizan y distinguen al coordinador de los diputados y líder morenista en la LXV Legislatura, a la que, por cierto, le queda un año.
Que nadie se extrañe, si –por ejemplo- algunos analistas comiencen a vislumbrar un futuro promisorio para Javier. ¿Una curul en San Lázaro? Puede ser…