La noche triste en la que Karen se arrancó la vida

Fue la noche húmeda y callada de este sábado 8 de agosto. Noche xalapeña. Noche triste, tristísima.
La muerte llegó puntual a la cita, en la calle Zaragoza, enfrente del sindicato ferrocarrilero, en donde están unos edificios de departamentos.
Karen decidió arrancarse la vida, porque Lupita le destrozó el corazón. Le dijo que ya no la amaba.
No tenía mucho que la suicida se enteró que Lupita tenía un nuevo amor. Sintió como si le hubieran desgarrado las entrañas, y fue en ese momento en que decidió ya no vivir.
Le había perdonado todo, hasta su “relación” con el poderoso delegado. Y nunca le dolió porque siempre supo que eso no lo hacía por amor, sino sólo por “necesidad”.
El pasado miércoles discutieron. El jueves ya no fue a trabajar. Porque era chofer, asistente, secretaria particular… Era todo para Lupita. El viernes intentó regresar a laborar pero la bloquearon. El viernes se suicidó.
La Lupe estaba en shock. Pues la había humillado muy feo días antes. “Ella me lo hace mucho mejor que tú… ¿sabes?…. ¡tú ya no me satisfaces… !”.
Pero dicen que así es la Lupe. Muy prepotente.
Y el delegado sabía de las preferencias de la Lupe. A veces hacían sus orgías. Todas con el delegado. Aunque no era por placer. Sólo era para satisfacer al Tlatoani Jarocho.
La Lupe tiene un gran poder en la delegación, ha metido mucha gente a trabajar, la mayoría sin perfil académico, muchos con tercer grado de Primaria, casi todos de su familia. Algunos eran albañiles y desde hace rato “ya comen con manteca”.
La Lupe presume de su poder. Tiene llaves de la oficina del delegado. Ella grita muchas veces que ella ahí manda, que ella es la verdadera jefa.
La Lupe es el verdadero “power”. Todas y todos le temen. Todas y todos se le cuadran.
Pero le temen más las mujeres bellas o más o menos bellas.
Ellas tiemblan cuando la Lupe les pide que vayan a su oficina. Ya saben para qué las llama. O sucumben a sus pretensiones, o las corre. No hay de otra.
Mientras, tanto el delegado se hace de la vista gorda.
Y la Lupe sigue reinando, gobernando, administrando… cegando vidas.
Pero eso sí, cínicamente el delegado dio el pésame en redes…