El asunto de la invasión del predio El Jinicuil, en Coatepec, llegó hasta la conferencia “mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En sesión de preguntas, un reportero hizo la denuncia sobre la invasión en cientos de hectáreas en la zona serrana del municipio de Coatepec, donde un grupo de personas mantiene tomada dicha zona y están comenzando a habitarla de manera irregular, además de comenzar a deforestar sin control.
El presidente, de manera muy escueta, expresó que espera que Román Meyer lo atienda.
–Hay en Coatepec, Veracruz, 500 familias afectadas por una invasión en una zona boscosa de una naturaleza impresionante, con 37 especies endémicas, 86 en peligro de extinción; este tema incluso ya han recurrido a la Sedatu, y la Sedatu no quiere entregarles el deslinde de su propiedad; aquí hay mucha gente grande, adulta, que pues está sufriendo porque pues a partir de este tipo de invasión pues ya hay violencia, amenazas, ya hay agresiones…– denunció el reportero.
–Con Román Meyer se ve– contestó el mandatario.
El mandatario se refería a Román Guillermo Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
El Jinicuil Manso, un predio en Coatepec que se disputan invasores y políticos corruptos
En enero de 2019, inició una lucha en Coatepec, en la parte alta de la serranía –un sitio conocido como Jinicuil Manso– donde se ubican grandes manantiales y afluentes que surten del vital líquido al municipio.
Lo anterior, porque dicho predio está ocupado por un grupo de invasores: se trata de miembros de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC). Es curioso, pero es de esas organizaciones «campesinas» que se supone ya no serían beneficiadas en los tiempos de la Cuarta Transformación, pero ahí siguen en terrenos que no son suyos.
Ahora la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) ha ordenado hacer deslindes en ese terreno, con miras seguramente a lotificar.
El que finge estar en contra de lo anterior es el alcalde de Coatepec, Enrique Fernández Peredo (tanto se dice ser ecologista, que hasta anda rescatando ardillas luego de que tumbó varios árboles del centro histórico). «Están talando árboles y quieren poner un núcleo de población que no vamos a permitir», declaró recientemente el edil, pero sólo quedó en palabras.
Los que han pedido auxilio para que esos invasores salgan de esos predios, son los propietarios, quienes incluso detectaron que los «paracaidistas» se amparan para estar ahí con un documento apócrifo firmado supuestamente por una agente municipal, lo cual ya fue desmentido.
El trasfondo de la lucha es por el agua, que abastece a buena parte de la cabecera municipal.
Y fíjense qué casualidad: Enrique Fernández Peredo y el secretario del Ayuntamiento, Juan Carlos Cortés Vega, fueron compañeros de trabajo en la SEDATU, y curiosamente el tema del predio invadido se dio en los últimos meses de la administración de Miguel ángel Yunes Linares.
Pero aún hay más. Trascendió que Fernández Peredo habría hecho algunos negocios con el recién destituido de la dirección de Patrimonio del Estado, Belisario Reyes Herrera, a quien le habrían detectado infinidad de presuntas irregularidades en esa dependencia.
Así, por ejemplo, aseguran que el alcalde lotificó un predio con la ayuda de Belisario, en Coatepec. «Y querían seguir en el negocio pero corrieron a Belisario», revela una fuente muy enterada.