La transformación implica una oposición plurinominal
Sin el menor rubor, el presidente López Obrador festejó la negativa del INE, a otorgar el registro como partido político a la asociación México Libre y de pasadita, tiró línea al Tribunal Electoral, para que ratifiquen la decisión de los consejeros.
Más allá de que sus dichos pudieran parecer anecdóticos, en realidad, el tabasqueño utiliza todos los poderes meta-constitucionales de la presidencia imperial, para llevar a la extinción a toda oposición que le resulte incómoda, para completar su proyecto.
Como macho alfa, busca eliminar todos los genes distintos a su progenie política, esa fue la razón de cancelar las guarderías y el Seguro Popular, nada que recuerde al panismo.
Conocedor de la idiosincrasia del mexicano, el mandatario tiene claro que un movimiento, por pequeño que sea, puede prosperar hasta convertirse en un adversario vigoroso, su triunfo es ejemplo de ello, por lo tanto, hay que eliminarlo en su forma embrionaria.
En este sentido, el objetivo es que MORENA se alce de nuevo con la mayoría parlamentaria con base en dos estrategias: la fortaleza de sus candidatos y la anemia de sus oponentes. El tiro está más que cantado.
Felipe y Margarita protestarán, pero de que se los pueden joder se los pueden joder, como el mismo michoacano dijera: haiga sido como haiga sido.