Algunas curiosidades para despedir a Sean Connery, el mejor James Bond

El hombre leyenda, murió. La partida de Sean Connery, nos deja desconsolados. Con más de 50 años de trayectoria, el actor conocido por su papel como James Bond, cautivó a varias generaciones por igual, en gran parte por su brillante capacidad histriónica, pero también, por su carisma, inteligencia y el gran control que tuvo sobre su vida y su muerte. Desde su retiro en 2003, el escocés planificó paso a paso su futuro, incluso hace seis meses que decidió deshacerse de su lujosa mansión y prepararse para el siguiente paso. Es por eso que te presentamos algunas curiosidades para despedirlo.

Sir Thomas Sean Connery, nació el 25 de agosto de 1930 en Escocia, nacido en la cuna de una familia humilde, consiguió su primer trabajo como repartidor de leche en la cooperativa de St. Cothbrt’s. Pero al cumplir 18 años, con un metro ochenta y nueve centímetros de estatura, decidió tomar las riendas de su propio destino. Se en listó en la Marina de la Corona Británica, eso sí, antes de ingresar, se hizo dos tatuajes que le permitirían recordar cómo recuperar el rumbo: uno era sobre su familia y el otro sobre su tierra natal.

El inicio

Su camino tras bambalinas, comenzó como modelo, pero casi se desvía por su pasión por el fisicoculturismo, comenzó trabajando como talonero para un teatro, pero algo dentro de él sabía que su verdadera vocación estaba en el escenario. Obtuvo una oportunidad en la cinta “No Road Back” en 1957, y en ese mismo año rodó la cinta “Hell Drivers”, lo que le abrió las puertas de Hollywood.

Sin embargo, lo hizo ingresando por las puertas de la prensa rosa. Mientras filmaba “Brumas de inquietud”, compartiendo créditos junto a oLana Turner, Johny Stompanat, novio de Turner, lo amenazó de muerte con un arma de fuego por creer que tenía un lío de faldas con su enamorada. Desde luego, nuestro fisicoculturista fue quien terminó propinándole una paliza.

James Bond

Ian Fleming, creador de la saga de ‘James Bond’, estaba obsesionado por que el actor David Niven, se quedara con el papel principal, además no soportaba a Sean Connery. Los productores, en contraste, estaban fascinados con él gracias a su actuación en la cinta de Disney “Darby O’Gill and the Little People”. Por lo que hicieron un casting especialmente para él.

Connery, desde luego se lució dejando sin palabras al director, quien tiempo después adaptó la historia, como un pequeño homenaje al actor, para dejar en claro que James Bond era tan escocés como el propio dramaturgo.

Tal fue la admiración que Fleming llegó a sentir por Sean, que incluso le ofreció el papel de Gandalf en la trilogía del “Señor de los Anillos”, pero Connery, dejó pasar la oportunidad. Un error que le hizo perder 445 millones de dólares y la oportunidad de filmar otras tres secuelas en “El Hobbit”.

En la cinta ‘James Bond contra Goldfinger’ (1964) casi nos quedamos sin actor favorito. El director de efectos especiales cometió un error de cálculo con el láser (en realidad era un soplete), provocando que este se detuviera a tan solo siete centímetros de Sean Connery.

Después de semejante susto y de interpretar al agente 007 en siete ocasiones consecutivas, Sean fue reconocido con su primer y único Oscar, pero por su actuación en “Los Intocables de Elliot Ness” (1987).

Sean Connery comenzó a interpretar a James Bond por primera vez, cuando tenía 22 años, mientras que en su última actuación para este personaje fue en “Nunca digas nunca Jamás” de 1983, cuando el actor tenía 53 años. Aunque…. Ya saben, el que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse. Connery prestó su voz para el videojuego de ‘James Bond 007: Grom Russia With Love’.

Otras películas

Connery, interpretó más de 55 películas, en su mayoría de acción y suspenso, destacando su participación en cintas como “La caza del Octubre Rojo”, junto con Alec Baldwin, “Indiana Jones y la última cruzada”, donde interpretó al Dr. Henry Jones, nada más y nada menos, que el mismísimo papá de Indiana Jones (Harrison Ford).

Así mismo, nadie podrá olvidar su papel en la película de culto, “El Nombre de la Rosa”así como “La Roca”, compartiendo créditos con Nicolas Cage y Vanessa Marcil. Y cómo olvidar su increíble actuación en “El Curandero”.

Retiro

“La Liga de los Hombres Extraordinarios”, (2003) fue una película conflictiva en varios aspectos -no tuvo buena relación con el director, y los críticos no le dejaron en buen lugar-, lo que le llevó a pensar a Connery que posiblemente ya había dado lo mejor de su carrera y que acaso no era buena idea estropear un legado que, objetivamente, iba a ser alimento de la mitomanía colectiva durante muchas décadas por venir. “Fue una pesadilla. Nadie debió darle al director 185 millones”, confesó Sean Connery en una entrevista.

Sean Connery había amasado fama, fortuna, prestigio, cariño, respeto y sin nuevos horizontes apetecibles, y seguramente algo quemado y exento de cierto volumen de ego, decidió retirarse a su mansión de lujo en la Bahamas y planear nuevamente su destino.

Si uno lee entre líneas los últimos sucesos en la vida del actor, pareciera que Sean Connery estaba administrando, planeando y ejecutando cómo serían sus últimos días de vida antes de partir. Él era un hombre sumamente inteligente y si planeó cómo serían sus primeras oportunidades, porqué no habría de planear una despedida.

El golf, los “baños de sol” y contar y recontar su cuantiosa fortuna estimada en más de 90 millones de dólares, se convirtieron en su hobby favorito. Lejos del bullicio, los fans y los reflectores, disfrutó al máximo su último años de vida, sin siquiera poder adivinarlo y siguió generando ingresos. Una ley en las Bahamas, le permitía beneficiarse de las enormes ventajas fiscales que proporciona residir en el país. Así que tenía lo que quería, una vida tranquila, al lado de su esposa, la pintora Micheline Roquebrune.

Cumpleaños #90

Algunos dicen que uno a todo se acostumbra, pero tal parece que hasta la buena vida aburre. Poco después de su cumpleaños número 90, Sean Connery se cansó de su impresionante mansión justo al lado del Mediterráneo en la Riviera Francesa, con un diseño arquitectónico que data de los años 20 del siglo pasado.

Aún con toda su belleza e impresionantes vistas, Connery decidió empacar todos los recuerdos vividos en los cinco pisos que tenía aquella Villa y decidió ponerla en venta por más de 29 millones de dólares.

El adiós

Sin duda el nombre de Sean Connery, pasará a la posteridad, tenemos la suerte de poder seguirlo recordándolo al paso de las décadas, porque si algo tenemos que reconocer, es que se convirtió en toda una leyenda de la industria cinematográfica que merece organizar todo un maratón de sus películas.