EN CORTO… SIN CORTES
EL FACTOR AHUED
José Ortiz Medina
La versión cobró fuerza hace dos meses: que el senador Ricardo Ahued Bardahuil podría ser candidato a alcalde de Xalapa por Morena y otros partidos coaligados. Luego ese escenario hipotético se diluyó. Pero en recientes fechas, el tema resurge.
Que supuestamente el mismísimo AMLO se lo pidió al empresario del plástico y que éste terminó aceptando, con eso de que al Presidente no se le puede decir que no.
Y hasta cierto punto, tiene lógica este esquema. Ante la virtual alianza PAN-PRD-PRI, es necesario que Morena tenga un candidato fuerte. Y es que además, para la 4T en Xalapa el horno no está para bollos. Hay encuestas en las que se aprecia una reñida contienda entre las principales fuerzas políticas.
La jugada en este ajedrez político de la capital veracruzana tiene sus agregados: a la diputada federal Dorheny García analizan postularla como candidata a legisladora local, y a David Velasco Chedraui parece que ya lo convencieron de que sea abanderado a una curul de San Lázaro por la probable coalición Morena-PVEM-PT-PES. No fue nada casual, pues, la foto que el ex alcalde de Xalapa se tomó en fechas recientes con Alberto Silva Ramos, delegado especial del CEN del partido verde en la zona norte de la entidad y amigo muy cercano del Manuel “El Güero” Velasco, uno de los mandamás que están cortando y repartiendo el pastel del instituto político de El Tucán.
El otro escenario sería que en caso de que Ahued finalmente terminara declinando la postulación a la presidencia municipal –por las razones que sean- el plan “B” para la Atenas Veracruzana sería Rosalinda Galindo, pero eso sí, bien avituallada y acuerpada por todos los grupos morenistas, comenzando por el mismísimo senador de la República.
Pero fuere lo que fuere, lo cierto es que en las altas esferas del partido del Presidente de México se comenta que la estrategia para apuntalar a los candidatos a diputados federales, es nominar a candidatos a alcaldes –en las entidades en las que, como Veracruz, habrá renovación de Ayuntamientos- con un alto nivel de popularidad y aceptación ciudadana.
Y es que a Andrés Manuel López Obrador le interesa –obvio es- ganar la mayoría en el Congreso de la Unión, para garantizar no sólo la gobernabilidad o gobernanza en su régimen, sino también garantizar la sobrevivencia del proyecto de la 4T con miras a las elecciones presidenciales del 2024.
Así que la idea es que los abanderados a alcaldes “remolquen” a los prospectos a las diputaciones federales, en el entendido además de que los comicios en los municipios concitan más interés y pasión, que la de la renovación de las cámaras, ya sea locales o la nacional. En ese sentido, personajes como Ricardo Ahued podrían “jalar” muchos votos a favor de los demás contendientes de su partido.
Que los fans de Ahued lo quisieran ver mejor como candidato a gobernador, bueno, pues una cosa no está reñida con la otra. Esto no lo dejaría fuera de la contienda estatal, aunque haya quienes lo quieran ver de manera diferente.