El crimen del ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, trastoca el escenario político y electoral en la entidad de cara a 2021. Así lo entiende Dante Delgado, hombre fuerte de MC, partido que gobierna el estado y cuya hegemonía pone a refrendo en las elecciones del próximo verano.
En sus primeros intercambios privados, tras conocerse la noticia, Delgado señala que el desafío para Enrique Alfaro es que así como la inseguridad estuvo en la agenda en la campaña que lo dio por vencedor a Alfaro en 2018, ahora volverá al foco público pero con más chances de perjudicar a los candidatos del gobernador en alcaldías y diputaciones.
Un problema inicial: uno de los primeros decretos que firmó Alfaro como gobernador fue retirar la mitad de la seguridad de ex gobernadores de Jalisco.
Alfaro fue elegido en gran medida porque el electorado apostaba a que podría replicar modelos relativamente exitosos en los municipios que gobernó y de ese modo paliar la crisis de seguridad que azota al Estado donde opera la principal organización criminal del país: Cartel Jalisco Nueva Generación.
Pero eso no sucedió: la desaprobación de Alfaro supera el 50% y cuando se pregunta a los encuestados el principal problema del gobierno estatal responden por la seguridad.
Sandoval no murió en un ataque comando, bien planificado. Fue, según la autoridades, una ejecución elemental, en un establecimiento público en Puerto Vallarta lo cual refleja aún más el estado de descontrol que se vive en la entidad.
