Opinión: LOS NECIOS

Mario Lozano Carbonell

El Año Nuevo se destacó por el valemadrismo característico del veracruzano. Cohetes, reuniones, fiestas, aglomeraciones en malecones, fueron las imágenes destacadas lamentablemente.

Como si el covid no existiera, autoridades y población se relajaron y ojalá no tengamos que lamentar no solo aumento de casos en los próximos días, sino muertes por el descuido irresponsable de estos días.

En Alvarado, se dio uno de los más claros ejemplos. Ahí, el alcalde Bogar Ruiz Rosas se pasó por el arco del triunfo las disposiciones de la autoridad sanitaria y permitió aglomeración de personas y bailes en el malecón de la generosa, sin el uso de cubrebocas y sin la sana distancia.

En Xico, de nuevo fiestas y aglomeraciones sin importar la pandemia, el elevado número de enfermos de esa población y los llamados desesperados de la autoridad sanitaria para pedir que se quedaran en sus casas. El caso más significativo, en San Marcos de León.

Total, allá la alcaldesa asegura que de algo se tendrán que morir.

En el Puerto de Veracruz, el municipio con más contagios, pues la vida sigue como si nada, tanto, que su alcalde pone el ejemplo, departiendo con amigos y chelas en un restaurante a la vista de todos. Ese es el ejemplo, luego no se quejen.

Y así cómo estos, varios municipios más, en los que sus alcaldes y alcaldesas fueron omisos, seguro estaban más ocupados en el festejo que en la salud de sus gobernados.

En Xalapa, como en otros municipios, sus operativos para inhibir la venta y uso de pirotecnia sirvieron para dos cosas: para nada y para lo mismo. Durante más de una horas se escucharon y apreciaron cohetes por toda la ciudad.

En varios municipios se reportaron heridos e incendios causados por el uso de la pirotecnia.

Así las cosas, veremos las consecuencias en las semanas por venir.

Por lo pronto, el estado se mantiene en amarillo en el semáforo epidemiológico nacional, sin embargo es importante que usted cheque el color de su municipio y que siga las recomendaciones al respecto, no importa que su autoridad municipal esté rebasada, se haga taruga o de plano le valga, lo que está en juego es su vida y la de su familia.

Vea y escuche el reporte diario de la autoridad sanitaria del estado y haga caso de lo que se indique, puede ser la diferencia entre vivir o morir.