Un disfraz navideño causó un brote de COVID-19 en un hospital de San Francisco. Hasta ahora se han registrado más de 40 contagios y un deceso.
El brote ocurrió en el área de emergencias del centro médico San José, que pertenece al consorcio Kaiser Permanente. Se trata de un disfraz alimentado con aire que fue usado por un empleado durante un solo día durante las navidades.
Esta clase de disfraces operan con un ventilador a baterías que distribuye el aire para darle una forma determinada. Y justo esta característica fue la que potenció la virulencia de un caso asintomático, hasta contagiar a toda un área de emergencias.
El empleado que usó el traje durante las fiestas decembrinas no presentaba síntomas el día en que usó el traje. Las autoridades sanitarias creen que ese paciente difícilmente hubiera contagiado a 44 personas si no hubiera sido por el disfraz.
Por desgracia, uno de estos contagios, cuya identidad ha sido reservada por el hospital, falleció en días recientes debido a la infección.
Especialistas estadounidenses han hecho hincapié en que aquel trabajador que portaba el traje lo hizo de forma inocente y los contagios fueron accidentales. No hubo dolo en sus acciones, pero al no saber quién tiene o no coronavirus el riesgo siempre está presente en situaciones así.
