Reynaldo Escobar Pérez
La noticia del aumento en las remesas de dinero, producto del trabajo de los migrantes mexicanos, durante el año 2020, que reporta oficialmente un incremento del 11.3%, es decir casi 40 mil millones de dólares, ha sido difundida como si fuera un logro de los responsables de la economía y finanzas de nuestro país, sin detenerse a considerar que a mayores cantidades de dólares provenientes de Estados Unidos, implican un mayor número de población migrante, que por no tener oportunidades de trabajo, han tenido que abandonar su tierra, la familia y nuestras costumbres.
El efecto inmediato de la migración, es la desintegración de miles de hogares, que pierden más al abandonar a su suerte a quienes no pueden cruzar la frontera con ellos, que el raquítico valor y aprovechamiento que representa el dinero recibido. En el año 2016, el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, publicó a través de su cuenta oficial de twitter “está tan mal la economía, que muchas regiones del país sólo viven del dinero que envían los migrantes a sus familias”; y ese antecedente, a 2 años de ejercicio gubernamental de la 4T, no ha servido de acicate al gobierno de López Obrador, para mejorar sus políticas económicas, que garanticen empleo digno y por consiguiente, arraigo de la población en sus lugares de origen.
Por el contrario, vamos de mal en peor, con una política clientelar-populista, de compra de votos, con miras a la elección del 6 de junio del presente año, puesto que los ingresos del gobierno solo benefician a los simpatizantes y afiliados al partido Morena; mientras el resto de la población , empobrecida y sin empleo, sufre la quiebra del petróleo mexicano, que era la principal fuente de apoyo y financiamiento para el desarrollo nacional, hoy sustituída por el sacrificio de los migrantes.
Que mal se ve al lider de Morena Mario Delgado, festinar que las remesas han venido a salvar la situación precaria originada por el mal gobierno de la 4T. Para colmo, el ex lider de los Diputados de Morena, no ha considerado, ni presentado, alguna propuesta laboral bien remunerada, para los más de 10 millones de “desempleados formales” que el propio IMSS ha reportado, ignorando su estado de pobreza y desesperación.
La promesa en campaña del Presidente López Obrador, sentó sus bases en una mayor inversión en los sectores sociales para generar empleos dignos; nada de lo prometido por Andrés Manuel se ha cumplido.