El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, aseguró este lunes que su país sigue comprometido con la celebración de los Juegos Olímpicos previstos para el próximo julio, pese a que atraviesa su tercera y peor ola de COVID-19, que afecta especialmente a Tokio.
Vamos a preparar los JJ.OO. como prueba de que la humanidad ha superado al nuevo coronavirus“, dijo Suga durante un discurso con motivo de la apertura hoy de la sesión ordinaria del parlamento japonés, la Dieta, en el nuevo año.
“Llevaremos a cabo los preparativos con la determinación de adoptar todas las medidas posibles contra la infección y celebrar una competición que brinde esperanza y coraje a todo el mundo”, añadió el mandatario.
Las declaraciones de Suga sobre los Juegos están en línea con la postura mantenida por el país hasta ahora y se producen en un momento de renovada preocupación por el futuro de la cita olímpica a seis meses de su celebración, prevista para el 23 de julio, tras una serie de comentarios a nivel nacional e internacional que han generado incertidumbre.
En la víspera, el propio portavoz del Ejecutivo japonés, Katsunobu Kato, insistió en un programa de televisión en que los preparativos siguen adelante, con la selección de lugares y horarios hecha y el personal trabajando en la adopción de medidas antiCOVID, según declaraciones recogidas por la agencia local de noticias Kyodo.
Las palabras de Kato se produjeron después de que varios medios internacionales citaran una entrevista en un foro virtual del ministro a cargo de reforma administrativa y regulatoria, Taro Kono, en la que dijo que el futuro de los Juegos podría ir “en cualquier dirección”. Fueron los primeros comentarios de un miembro del Gabinete de Suga que ponían en duda la cita.
En su discurso de hoy, el primer ministro japonés abogó por poner bajo control al COVID-19 “lo antes posible” con las medidas que se están implementando bajo el actual estado de emergencia que afecta a once provincias del archipiélago, y se comprometió a estar “en primera línea de esta batalla” contra el virus.
El mandatario, de 72 años, reiteró la intención de su gobierno de comenzar la vacunación contra la enfermedad como pronto a finales de febrero, tras los procesos pertinentes para su aprobación en el país, y afirmó que él mismo se la pondrá para “servir de ejemplo” y despejar el escepticismo entre la población.
Japón ha experimentado un preocupante aumento de casos de COVID-19 desde noviembre que llevó al gobierno a declarar desde el 8 de enero un segundo estado de emergencia que afecta actualmente a 11 de las 47 prefecturas del país, en las que se concentra más de la mitad de su población y en torno al 80 por ciento de los contagios contabilizados.
Alrededor del 40 por ciento de los 328 mil 294 casos y cuatroo mil 501 muertes vinculadas al patógeno (que excluyen a las del crucero Diamond Princess) se han contabilizado en el último mes.
Solo en Tokio las autoridades locales informaron hoy de mill 204 positivos más, la segunda cifra más alta revelada un lunes.
Con información de EFE