No cabe duda que los políticos como los peces, por su propia boca mueren. Tal es el caso de Óscar Guzmán, alias “El Burgues”, quien ha estado en abierta campaña con cargo al erario. Ahora se hace pasar por buen samaritano retratándose en la Casa Hogar Esperanza de Pánuco, a donde llegó a pararse el cuello como supuesto benefactor, cuando nunca antes se había acercado.
Si bien ya es lamentable que esta clase de personajes use recursos públicos para auto promocionarse como ya ha sido evidenciado en distintas ocasiones, lo es aún más cuando buscan la foto empática colgándose del dolor y sufrimiento de otras personas.
Ya de por sí es de mal gusto dar a conocer una buena obra, los hombres bien nacidos las hacen en silencio y las comparten con su conciencia; los de mala calaña toman una foto y lo comparten en redes sociales, tal como lo hizo Óscar Guzmán en una publicación donde salen niños en primer plano para acabar de delinear el falso personaje que pretende vender al pueblo de Pánuco, porque es evidente que todas estas “bondades” que ahora exhibe jamás se le notaron por Pánuco y su gente gracias a pesar que han sacado grandes ventajas políticas y económicas de venderse al mejor postor por años desde el año 2000 y nunca se le ha visto realizar una sola crítica a las administraciones derivadas de este cacicazgo que hoy tienen sumido a Pánuco en un gran atraso y violencia desmedida; ni una sola voz crítica del “burgués” que ahora pretende infiltrarse a las filas de la 4T para acceder a una posición que le permita llenarse los bolsillos como lo ha hecho toda su vida.
Bueno hasta la organización de la UGOCM denuncia y pide vía redes sociales la intervención de INE y el OPLE ante estos personajes que ya se presentan como candidato oficial de MORENA con actos anticipados de campaña electoral. Así las cosas con estos mercenarios de la política.
