Opinión: ESTEBAN, NO VICENCIO

Mario Lozano Carbonell

Se movió para que lo promovieran como el que se haría cargo de la elección en el estado diciendo que sería el delegado en la tercera circunscripción electoral por morena.

Decían que el “coco” de los morenos locales les vendría a trabajar la elección. Juraron que este hombre repartiría candidaturas. Pero Alejandro Rojas Díaz Durán ni siquiera se acercó a tierras jarochas, el elegido fue Oscar Cantón Zetina.

También aseguraban que Vicencio sería quien repartiera candidaturas y que les van dando la sorpresa de que Mario Delgado firma la alianza con el PT y el PVEM. A Vicencio no lo pelaron.

También dijeron que Esteban Ramírez Zepeta estaba liquidado y Ups! que se les aparece como representante de morena, al lado en los dirigentes del verde y del PT en el registro ante el OPLE.

Vicencio se atragantó, movió a un puñado de cuates para protestar, pero ¿en verdad creen que Esteban lo haría por sus pantalones sin mediar acuerdo al respecto?

Esteban se mueve en otras latitudes, esas a las que Vicencio no ha tenido acceso.

Que mal han leído la grilla en morena, los grupos y los acuerdos. Si bien es cierto Vicencio es cuate de Mario Delgado, también es cierto que la corriente dura es aliada de quien trae el control, Citlali Hernandez, la secretaria general de morena, que acuerda directo con el Presidente y no el del partido.

Vicencio debe mostrar más anhelo de triunfo del partido y menos de su reducido grupo. Los mensajes han sido claros, contundentes, hasta para los novicios de la política. Empeñarse en lo contrario terminará por anularlo. Por ahora está aislado, con limitado margen de maniobra.

Esteban ya tendió la mano de la unidad en un comunicado subido a sus redes sociales. Esperemos a ver si Vicencio tiene la altura política para dar la mano.

DANIELA GRIEGO

La directora General del IPE, Daniela Griego participó en el programa A 8 Columnas de RTV.

Mostró capacidad, conocimiento, control y habilidad política.

Ahora se entiende por que el IPE ha dejado de ser mala noticia y mantiene estabilidad y buena administración.

Por primera vez en muchos años, el IPE se encuentra en buenas manos.