Reynaldo Escobar
Desde la isla de Mallorca en España, abordó un vuelo, en avión de la Fiscalía General de México, el empresario mexicano (caído en desgracia) Alonso Ancira Elizondo, a quien se le imputan los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y uso indebido de atribuciones y facultades, en su calidad de propietario de Altos Hornos de México S.A.,en presunta complicidad con funcionarios públicos Mexicanos.
No es novedad el caso Ancira, puesto que a finales de la administración pública de Enrique Peña Nieto, se hizo público un gran escándalo protagonizado por el ex Director de PEMEX Emilio Lozoya, quien además de dirigir a la paraestatal, realizó operaciones de compra y venta de la planta Agro Nitrogenados, con sospechas de sobre precio y rumores de que la planta estaba a punto de convertirse en chatarra.
A mediados del año pasado, Emilio Lozoya fue extraditado de España hacia México, y en lugar de rendir declaración judicial ante la fiscalía de Gertz Manero, se le permitió “irse a su casa” con una leve restricción para no salir de su domicilio, hasta que concluyera el proceso, anunciado por el presidente Lopez Obrador, quien aseguró que terminaría con una sentencia condenatoria y sin precedentes, lo cual ha resultado una mentira avalada por el propio Presidente y considerada una burla al sistema de justicia, por la impunidad manifiesta de que gozan todos los involucrados.
Esos beneficios sólo han servido al presunto “testigo colaborador” Emilio Lozoya Austin, quien desde entonces y a la fecha, disfruta de sus “bien ventiladas habitaciones” en su casa y goza de cabal salud.
Dicen que “la burra no era arisca, los palos la hicieron” y debe hacerse hincapié en la fecha acordada por las autoridades de España y México, para el regreso de Alonso Ancira, ya que estamos en pleno proceso electoral federal y todos los partidos políticos podrán “llevar agua a su molino” pero evidentemente le servirá a Morena como un gran show mediático, sin repercusión jurídica alguna, sino únicamente para atenuar su caída en picada.