Nulo, así fue el trabajo que hizo Edgar Hugo Fernández Bernal como alcalde de Córdoba en el periodo 2001-2004 y como diputado local 2013-2016. Ahora se registró como precandidato a la diputación local por el Distrito 19 con cabecera en Córdoba, pero respaldado por la alianza de PRI-PAN-PRD.
Hugo Fernández no recuerda, pero los cordobeses tienen memoria. Llegó a la alcaldía por el voto que los ciudadanos le dieron al PAN, el supuesto partido del cambio y que en aquel tiempo anhelaban un cambio real.
Como legislador local, Hugo Fernández tampoco presentó alguna iniciativa o hizo alguna gestión verdadera en favor de los veracruzanos. Pasó sin pena ni gloria por el Congreso del Estado.
Hoy nuevamente el problema no sólo es para quienes viven en Córdoba, sino también en Amatlán y Yanga, por ser parte del Distrito 19, porque ya advirtió que pronto los recorrerá, pero lo hará por las campañas electorales que se avecinan, de lo contrario, ni siquiera se acerca.
Su ambición por el poder lo está llevando a formar parte de una alianza donde está el Partido Revolucionario Institucional, a quien tanto criticó y tachó de corruptos en la era de Fidel y Duarte, al igual que los perredistas, por ser contrarios a los ideales de su partido Acción Nacional. Hoy hacen alianza para recuperar el poder y vivir a costa de los veracruzanos.
Fernández Bernal siempre fue y sigue siendo un personaje gris, a la sombra de otros ambiciosos como Juan Bueno Torio y de los Yunes, a quienes en su momento obedeció como perro faldero y les tuvo miedo en 2018 de traicionarlos e irse a Morena pues ya coqueteaba con cambiarse al guinda, al grado de apuntarse para ir en la encuesta a diputado federal porque Chiquiyunes le hizo el feo.
Quien siempre ha vivido rodeado de lujos no sabe de las necesidades reales de la población pobre de Córdoba; simula conocerlas para quedar bien como candidato o político, tal como Edgar Hugo Fernández Bernal, uno más de la lista de los políticos traicioneros a sus ideales por la ambición del poder.