Desde la época de la colonia, México no se ha podido sacudir el fantasma de las ideas monárquicas. Tan arraigado estuvo ese modelo de sucesión del poder familiar, que por ello cuajó –aunque fuese en un corto período- el imperio de Maximiliano.
Y ya en pleno siglo XXI, pervive esa concepción malsana de querer imponer a los parientes en el poder. Miguel Ángel Yunes Linares lo intentó infructuosamente en 2018 al pretender heredarle la gubernatura a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.
El colmo es que el alcalde de Veracruz Fernando Yunes Márquez ahora planea heredarle el poder a su hermano Miguel Ángel.
En Teocelo, el alcalde Mario Chama, tiene pensado escriturarle la presidencia municipal a su hijita, cercanííííísima amiga de poderoso funcionario estatal.
Y así, por el estilo, en varios municipios muchos alcaldes o alcaldesas pretenden dejarle la silla a sus consanguíneos.
Todo esto viene a análisis porque en Coatepec la diputada federal por Morena Carmen Mora no sólo desea reelegirse sino que también está presionando para que su hijito Rigoberto “Rigo” Mora, sea candidato a presidente municipal.
Carajo, la esperanza que teníamos los veracruzanos era que los morenos pensaran y actuaran diferente, pero en algunos de los casos son la misma porquería que antes cuestionaban al PRI y al PAN.