En corto… sin cortes / LA TÍA ROSA

José Ortiz Medina

Moches y “diezmos” siempre ha habido en la administración pública estatal, pero con Tío Fide se aplicó al extremo.

Pero no sólo en Palacio de Gobierno se cocían las habas, sino también en el DIF estatal. Ahí las adquisiciones las controlaba la Tía Rosa.

Fueron épicos los pleitos porque Tío Fide de repente quería recomendar a algún proveedor al DIF estatal.

Pero la Tía Rosa le entró también a la venta de placas de taxis. Por eso mandó a “Laguitos” a la CNOP para controlar los permisos de los autos de alquiler.

La Tía Rosa también tuvo injerencia en los nombramientos de integrantes del gabinete y fue decisiva su opinión en la designación del candidato a gobernador, aunque luego acusara de “traidor” al gordito cuando éste asumió el poder.

También fue un escándalo cuando la Tía Rosa cacheteó en un búnker de Coatepec a un colaborador de su esposo no sin antes gritarle “traidor”.

Un veterano político comentó en una ocasión: “imagínense lo que se hubiera robado la Tía Rosa si no hubiese estado hospitalizada medio sexenio”.

Por cierto, dicen que su apresurado voto al rey del plástico tiene como trasfondo su animadversión hacia “Tontín”, a quien en una ocasión espetó:

“A ver si ya eres suficiente hombre como para meter en cintura a tu mujer para que ya no ande con mi marido”.

-Pero Señora, ya tiene dos años que estoy separado de Mariana… así que ella es libre de hacer lo que quiera.