Plataforma de trámites del Imss, un asco

Leemos este miércoles un comunicado del IMSS en el que se recomienda usar la plataforma digital para realizar trámites de índole administrativo en el sitio http://www.imss.gob.mx/imssdigital

Sin embargo, varios usuarios nos han comentado que algunas constancias no las puede expedir dicha plataforma.

Pero además, dicha página oficial es leeeeeenta. Un contador público nos comentó que o bien los servidores son de poca capacidad o no han sido actualizados, porque –por ejemplo- para tramitar un cambio de domicilio de algún patrón, es toda una odisea: no se guardan los cambios de manera rápida, por lo que a veces hay que volver a regresar a la etapa anterior del trámite.

Pero acaso lo que es de risa, es que nos dijo dicho Contador que para los trámites del IMSS ha destinado una computadora vieja, porque si usa un equipo nuevo, no más no jala la plataforma del IMSS porque al parecer no es compatible con las nuevas tecnologías.

“Así que le he pedido a mis colaboradores que no me muevan esa computadora vieja, que no le hagan actualizaciones, ni nada, porque sólo está dedicada especialmente para los trámites del Imss”, refiere el profesionista.

Pero pomposamente, en el comunicado del Imss de este miércoles recomiendan a los usuarios usar “nuestra plataforma digital” para “de esta manera ahorrar tiempo y evitar aglomeraciones y cortar cadena de contagios por COVID-19”.

Y lo peor: si usted, amable lector, agobiado por la pésima plataforma digital del Imss decide acudir a las oficinas que están ubicadas en la calle Úrsulo Galván, de Xalapa, se arriesga a que el personal lo trate de mala manera y hasta que en tono burlón le hagan a usted “bullying” por si le falta algún documento o por no llenar correctamente los formatos. Aclaramos: no todos los empleados son así, pero hay una señora de entre 45 y 50 años que pareciera que está peleada con la vida que es muy irónica y mordaz con las personas que acuden a realizar trámites ahí. Lo malo es que si usted se queja, no les hacen nada, porque… ¡adivinaron!… los protege su sindicato. Ahora sí, como dijeran los personajes del extinto Roberto Gómez Bolaños: “oh, y ahora, ¿quién podrá ayudarnos?”.