JUSTICIA CON EQUIDAD DE GÉNERO

Reynaldo Escobar

El ser humano, es universalmente aceptado, como un “zoon politikon” (animal político), que para su sobrevivencia y desarrollo, necesita vivir en sociedad, por consiguiente, para que la sociedad exista y permita el desarrollo de las capacidades de mujeres y hombres, requiere del establecimiento de reglas o normas que garanticen la igualdad y la no discriminación, por razón de sexo, o cualquier otra característica de individualidad.

Nadie puede negar que desde que México logró su independencia de la dominación española y al comenzar su vida como República democrática, representativa y federal, las diversas constituciones han limitado el reconocimiento de los derechos de la mujer.

Difícil resulta comprender, en el México de hoy, la aberración de un gobierno que se proclama ser un instrumento político de “regeneración nacional” (MORENA), cuyo maximo líder, después de 18 años, logró el voto del hartazgo a su favor y hoy repudia el justo reclamo de igualdad, de las mujeres que representan el 58% de la población nacional.

Han transcurrido más de 2 años de la asunción al poder político por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en campaña se presentó como un líder justiciero en favor de la mujer mexicana y todavía no se ha visto, a pesar de la mayoría que su partido sostiene en el Congreso de la Unión, una derogación de las normas jurídicas que limitan los derechos de la mujer, a una vida libre de violencia, sin discriminación laboral, política y social; y los feminicidios, secuestros, violaciones y hostigamiento a las mujeres, en vez de disminuir, ascendieron, como puede verse en las estadísticas del Consejo Nacional de Seguridad Pública y otras fuentes oficiales.

Mi ejercicio profesional como abogado, el recuerdo de mi madre, la presencia de mi esposa y el cariño a mis 2 hijas, me comprometen a defender el respeto a sus derechos fundamentales. Es deber de todo mexicano, velar por el respeto a los derechos de la mujer, que tutelan los artículos 1º y 4º de manera especial en la Carta Magna, para alcanzar a plenitud la justicia y equidad de género.