Un tierno perrito Jack Russell terrier dio su vida para salvar a cinco niños que estaban a punto de ser atacados por dos perros pitbull. El heroísmo de este can llamado George ha sido reconocido con una estatua en su honor.
Los hechos ocurrieron en 2007, en Manaia, un pequeño pueblo costero al oeste de Nueva Zelanda. Cinco niños caminaban solos cuando fueron acorralados por los dos pitbull.
Los niños, con edades entre los 4 y los 11 años de edad, estaban indefensos ante los dos agresivos perros. Richard Rosewarne, el mayor de los niños, relataría después que los pitbull los acorralaron por detrás con la intención de atacar a su hermano Darryl, que por entonces tenía 4 años.
“George trató de protegernos, ladró y corrió hacia ellos, pero ellos empezaron a atacarlo. Uno lo mordió en la cabeza y el otro en la espalda. Corrimos llorando y algunas personas vieron lo que estaba pasando y salvaron a George”, explicó el niño al The Sidney Morning Herald.
El dueño de George, de nombre Alan Gay, dijo en su momento sentirse orgulloso de la acción de su perro. El hombre vivía solo en el campo y, tras el heroico sacrificio de George, perdió a su única compañía.
“Estos dos pitbulls iban tras el niño. George se les fue encima. No tuvo ninguna posibilidad, pero creo que salvó a ese niño de ser mordido”, declaró en su momento a la prensa.
Días más tarde, los dos perros salvajes fueron encontrados en un terreno cercano. Para ese entonces, George ya había sido sacrificado tras las terribles heridas que recibió durante el lance.
Años después, George fue condecorado post mortem por las autoridades. Además, se ha levantado una estatua en su honor en el pueblo. La forma en que intervino para que los niños salieran ilesos sigue siendo un ejemplo de heroísmo.
Recientemente, el caso de George fue recuperado por la página de Facebook The Dog Channel, lo que ha permitido que más gente fuera de Nueva Zelanda conozca su legado y su estatua.