Ignacio Alvarez
Cartas marcadas en la UV
Luna por el Distrito 13
Cuando parecía que la Universidad Veracruzana había pasado todas las pruebas, después de haber logrado su autonomía financiera, que se dará hasta 2023 cuando se le asigne el 4% del presupuesto de egresos estatal anual, un nuevo vendaval está irrumpiendo fuertemente su estabilidad, y es la sucesión de la Rectoría.
Aunque no se ha convocado formalmente el proceso de designación, la baraja se empieza a deslizar y aparecen nuevos jugadores, finamente apuntalados por su Rectora, Sara Ladrón, que mueve sus cartas para dejar a quien le garantice cuidar sus espaldas, medio empolvadas de señalamientos de enriquecimiento inmobiliario y jugoso salario, ya por un mal manejo de los fondos públicos señalados por las auditorías, ya por el manejo desaseado de las asignaciones directas de la obra pública.
Una carta marcada que se juega con discreción, pero que está siendo rechazada por la propia comunidad universitaria, es la del morenista Consejero del INE, José Roberto Ruíz Saldaña, quien sostiene reuniones acordadas por la Rectora, en horas hábiles, violentando el propio marco legal electoral.
El rechazo sobre esta advenediza candidatura, obedece a que Ruiz Saldaña, “el Consejero más poderoso de la 4T”, tiene múltiples señalamientos. El primero es su filiación partidista, antes panista y ahora morenista, sobre el que, además, pesan serias denuncias de hostigamiento sexual y laboral en agravio de Leyla Guadalupe Acedo Ung, reseñadas en la revista Proceso del 5 de agosto de 2015; su defensa a ultranza de la candidatura de Salgado Macedonio, acusado de conductas afines, como la de violación; el “secuestro del OPLE” Veracruz donde ha logrado colocar a la mayoría de Consejeros electorales, siendo la más reciente la Consejera Maty Lezama Martínez, según denuncian en un portal político de la capital; nepotismo directo al incrustar en la nómina electoral a su hermana y sobrina; y otras historias más.
Lo más grave para una comunidad académica madura, es la imposición que se pretende hacer con el Consejero Ruiz Saldaña para ungirlo como Rector, sin reunir los requisitos de ley, como su pertenencia al claustro académico de la UV, pues no tiene a su cargo una sola asignatura en licenciatura ni posgrado, y su único conocimiento de esa Universidad es haber egresado de ella.
Es un secreto a voces que Ruiz Saldaña es el “as bajo la manga” con que juega la Rectora Ladrón; sin embargo, por si dicha carta no fuese suficiente, la misma Rectora acude a un plan “B”, animando a otros personajes y buscando alianzas con la SEP, a cuya titular por cierto trató de impresionar en su visita para el proceso de vacunación a los maestros, con las instalaciones del gimnasio universitario donde dos veces consecutivas se coronaron campeones del baloncesto profesional los Halcones de la UV Xalapa.
Lo que se dice entre la comunidad universitaria, es que debe existir una poderosa razón para que Sara Ladrón apoye a un candidato externo, con graves señalamientos de inmoralidad, para que ocupe su silla de Rectoría, frente a un grupo de verdaderos académicos cuyo talento es reconocido dentro y fuera de esa casa de estudios, pero que están siendo dejados de lado.
Tapia, Manzo, Coronel, Ochoa, Aguilar, Alanís, Lamothe, Casillas, Lira, Villafuerte, Cisneros, Casarín, Gayosso, son apenas algunas cartas internas de la gran baraja para ocupar la Rectoría. Unos con más, otros con menos méritos académicos, pero todos, con un vínculo académico-administrativo que la comunidad de esa casa de estudios les reconoce y que se asumen listos para la contienda, mostrando los talentos que le faltan a Ruiz Saldaña, como es el reconocimiento de sus pares en esa casa de estudios.
Mientras tanto, la Junta de Gobierno a quien corresponde dirigir la partida de la designación, parece mantenerse al margen, cuando debiera instar a su Rectora a que “saque las manos del proceso”, así como empezar a diseñar una legal y también legítima sucesión, en la que no quepan recomendados de Morena u otras fuerzas políticas, mucho menos, causahabientes de la Rectora.
Un juego limpio, con baraja de casa, es lo que reclama la sociedad veracruzana en general y comunidad de la UV en lo particular, que se dice lista para impedir un atropello más de la rectora Ladrón, quien con sus acciones pretende seguir hundiendo a la Universidad. Y una oportunidad de oro para la Junta de Gobierno, de sacar un juego limpio, que catapulte la autonomía universitaria, tan lastimosamente atacada en los tiempos que corren.
Una oportunidad más para no marcar las cartas, como cuando Sara Ladrón fue electa por su servilismo a la pareja Duarte-Karime, o cuando fue reelecta por Yunes a cambio de su silencio ante el adeudo estatal. Que la Junta de Gobierno no permita una vendetta más, entregando como ha sido, la Rectoría al gobierno en turno y que los notables se hagan sentir y notar para fortalecer la autonomía de esa institución.
Luna por el Distrito 13
Una de las cartas fuertes con perfil ciudadano para MORENA y que bien podría contender por la diputación local al Distrito 13 en Emiliano Zapata, es Antonio Luna Rosales, quién a su paso por la Dirección General de la Administración Portuaria Integral (API) Coatzacoalcos, demostró su capacidad política y de vinculación al constituir la Comunidad Portuaria de Coatzacoalcos, con la cual se afianzó los vínculos entre el puerto, la sociedad y las instituciones en aras de fortalecer la productividad y competitividad del puerto.
Bajo su dirección en el API se ejecutó la construcción de un muelle de 130 metros de largo, ademas concluyó la construcción del acceso carretero y logró el avance del proyecto de dragado de construcción, son muchos los resultados que dan cuenta que en Luna Rosales, Morena podrá consolidar su proyecto de nación en tal demarcación.
Luna Rosales como muchos aspirantes ha militado en otros partidos, pero cuenta con la capacidad y el profesionalismo para hacer un buen papel y ganarle a la pesadilla de los morenos en esta elección que es la alianza Va por Veracruz.