Inaugurado en 1950 por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés, el emblemático Puente Morelos del puerto de Veracruz se encuentra en su etapa de vida residual, por lo que requiere de una atención estructural que le permita funcionar adecuadamente los próximos años con base a mantenimiento y reparaciones de zonas dañadas en diversas áreas de los 700 metros de longitud que posee.
Es José Arturo Hernández Ruiz, ingeniero civil por la Universidad Veracruzana, consultor con maestría en Ingeniería por la UNAM, quien precisó que la vida útil de una estructura es el tiempo en el que se conservan las propiedades originales de la construcción en cuanto a seguridad, funcionalidad y apariencia.
En entrevista, Hernández Ruiz anotó que la vida útil del puente Morelos fue de 1950 a 2007. A partir de entonces, el puente se encuentra en una etapa residual caracterizada cuando una estructura empieza a deteriorarse (agrietamientos, desprendimientos, corrosión, filtraciones, etcétera), requiriendo reparaciones y refuerzos para recuperar su integridad estructural.
Estudioso del tema, que lo ha llevado hacia la investigación histórica, nos comenta que la construcción del puente Morelos fue después de las obras de los ferrocarriles y del puerto. El puente tiene 9.5 m de ancho de calzada y cuenta con 22 apoyos intermedios.
En 2007 se detectaron los primeros daños, los cuales fueron parcialmente atendidos a nivel de mantenimiento.
Para el ingeniero Hernández Ruiz, las partes más dañadas del puente son las columnas que se encuentran al norte de la terminal de ferrocarriles, filtraciones en juntas de construcción y desprendimientos con corrosión en el acero de refuerzo en barandales, aleros y banquetas, por lo que estas últimas se constituyen en un peligro sí imprudentemente un vehículo toma esta vía para circular.
En el punto de vista profesional del Ing. Hernández Ruiz, puede decirse que después de 57 años de vida útil finalizó su Estado Límite de Servicio e inició lo que se conoce como vida residual que a la fecha lleva más de 14 años, período en que corresponde a las reparaciones necesarias.
Es pertinente prestar atención a la reparación y refuerzo del puente para evitar colapsos parciales. Esto para prolongar su período de vida útil, habida cuenta también que, desde el punto de vista urbanístico, se han construido los puentes de Allende, Jiménez, Cuauhtémoc y Circunvalación, que han contribuido a mejorar la vialidad de la ciudad.
El ingeniero José Arturo Hernández, quien ha participado en diversos proyectos estructurales de gran importancia tanto en la República Mexicana como en Centro y Sudamérica, subrayó que se tiene la creencia que los puentes deben perdurar mucho tiempo como suele ocurrir en Europa, donde los romanos construyeron puentes a base de mampostería los cuales han sobrevivido durante varios siglos.
A final de cuentas la seguridad y funcionalidad del puente Morelos depende del mantenimiento y de una adecuada reparación y refuerzo estructural, precisó.
(bieindustrial.com.mx)