Reynaldo Escobar
La cancelación del registro del candidato a gobernador de guerrero, ocurrió por diversas imputaciones por presuntas violaciones y hostigamiento sexual a mujeres, más el incumplimiento del senador con licencia, Salgado Macedonio, en la rendición de cuentas de los gastos efectuados durante su pre campaña. Lo mismo puede ocurrir, a los aspirantes de Morena, que disputan alcaldías y diputaciones en los 212 municipios y los distritos electorales, de los que se compone la legislatura local.
Las 3 semanas que faltan, para concluir la promoción del voto y las cartas de presentación de los aspirantes a alcaldes y diputados, se auguran con una gran efervescencia y ambiente ríspido, debido a que las descalificaciones y “los trapitos al sol”, ya comenzaron a salir sin limitación o recato alguno.
Por ejemplo, al tiempo que se promociona la “caminata por la unidad” en Xalapa, también se publicitan denuncias ciudadanas de la intromisión de estructura burocrática de los 3 órdenes de gobierno, quienes por la Fuerza y amenazados, tienen que acuerpar a los candidatos saltimbanquis, que no cuentan con base social y se sienten invencibles.
Hay quienes aparecen como críticos del sistema que los cobija, pero en la arena política resultan “títeres” de los que actualmente detentan el poder, por consiguiente, los títeres en el ejercicio de funciones públicas, resultan un fiasco. Estos mismos paracaidistas de la política, desconocen la definición de la ciencia política como el arte de gobernar un pueblo, procurando el bien Común.
No hay que olvidar, que para ganar una elección, se necesitan votos y no acarreados (ni marchistas obligados); hace 10 años, se afirmaba que la elección de Xalapa, se ganaba con el voto de las colonias populares, hoy se afirma que garantizando el voto libre y secreto, “Xalapa volverá a ser de los xalapeños”.
Aquellos oportunistas de la política, que creen que la elección se gana con marchas plásticas, deben ir asimilando desde ahora, que su derrota será contundente el día de la jornada electoral.