El gobierno federal detectó una red de contrabando de diésel que, en el último año, logró introducir al país más de 109 millones de litros de ese combustible vía marítima.
El diésel de importación entró de contrabando por el Puerto de Veracruz, y lograron evadir el pago debido de contribuciones.
De acuerdo con un reporte del gobierno federal, a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT), enviado a la Comisión Permanente del Congreso, el contrabando de diésel a marzo de este año causó un daño al erario por 853 millones de pesos.
Según la información, fueron seis embarcaciones que arribaron al Puerto de Veracruz las que no se sometieron a las formalidades del despacho aduanero por parte de la Aduana de Tuxpan, a través de los pedimentos tramitados por las importadoras, las cuales metieron de contrabando un total de 109 millones 493 mil 420 litros de diésel.
El gobierno interpuso cinco denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de contrabando contra representantes legales de las importadoras de combustible, así como el agente aduanal y en algunos casos de personas servidoras públicas en aduanas, quienes continúan en investigación.
“El Servicio de Administración Tributaria realiza acciones de colaboración interinstitucional que coadyuva a identificar, comprobar y combatir el mercado ilícito de hidrocarburos, mediante las cuales se detectaron discrepancias en el total de litros de diésel manifestados por seis embarcaciones en su arribo a la capitanía del Puerto de Veracruz mismos que no se sometieron a las formalidades del despacho aduanero por parte de la Aduana de Tuxpan, a través de los pedimentos tramitados por las importadoras”, precisa el reporte.
Uno de los modos de operación detectados por el Servicio de Administración Tributaria de las empresas transnacionales para introducir combustible de contrabando es que presentan documentación falsa en las aduanas marítimas, pero al ser identificadas, las embarcaciones no son detenidas, sino simplemente se impide la entrada al país, por lo que compañías pueden volver a solicitar la entrada al territorio nacional, ya sea por la misma aduana o por otra hasta que logran meter de contrabando el combustible, en este caso el diésel.
Desde marzo de 2020, se detectaron operaciones para la evasión fiscal de cargamentos de combustible que llegaban a la aduana de Tuxpan, las cuales se realizaban durante la madrugada y se evadía el pago de impuestos de una cantidad importante de combustibles.
Sin embargo, el gobierno federal aplicó una estrategia para que la Secretaría de Marina se hiciera cargo de dicha aduana y con apoyo del Servicio de Administración Tributaria se han detectado varias incursiones de embarcaciones que presentan documentos falsos con la finalidad de descargar combustibles.
Con información de El Heraldo