Roberto López Barradas
GOLPE DE TIMÓN O CAMBIO DE RUTA
La vida a menudo nos presenta complicaciones, adversidades y/o retos a través de las circunstancias, las cuales nos obligan a hacer una pausa para un análisis de todo lo sucedido, al mismo tiempo que nos encontramos ante la oportunidad de recapitular sobre la forma en la que hemos estado viviendo, algunas ocasiones ese tiempo de reflexión se debe a problemas emocionales, familiares, laborales, económicos o de salud, trayendo como desenlace una cambio en nuestras vidas, hacia una nueva ruta, con planes, propósitos y/o cuidados diferentes.
Hace 11 años aproximadamente, dejé de tomar alcohol, como un pacto con Dios y un cambio significativo para mi vida y la de mi familia. Cada vez que puedo platicar con alguien a cerca de éste hecho, las personas me comparten testimonios de grandes cambios que han marcado sus vidas de alguna u otra manera. Y sin duda los más impactantes y relevantes son los que suceden a consecuencia de alguna enfermedad o padecimiento, conviertiéndose en un verdadero cambio de vida o golpe de timón como me lo dijera mi padre hace unos días. Por ello, quiero dedicar éstas líneas a tres seres queridos que están pasando por un episodio de grandes cambios, a mis tíos Gil López Oliva, Luz María Ledesma Muñoz y Jorge Linas Rivera. Dios les siga bendiciendo.
De igual manera, hace poco más de 4 años y medio tuve la oportunidad de incursionar en el mundo de la prensa, gracias a dos grandes amigos: Fernando Cancela y Eberto Croda, lo que fue un parte aguas en mi vida profesional, personal, espiritual, porque definitivamente ha sido una gran bendición poder compartir con ustedes ésta columna por todo este tiempo.
Éste espacio siempre tuvo la intención de lograr una reflexión en la gente sobre temas como la fe, la familia, la crianza de los hijos, nuestro propósito de vida y los valores, entendidos como los cánones de conducta que la sociedad valida para su sana convivencia, tales como: el amor, respeto, honestidad, paciencia, tolerancia, integridad, bondad, gentileza, etc.
Hoy escribo la última columna, agradeciendo de antemano a todos aquellos que se dieron el tiempo para leerlas y decirles que valoro mucho todos los comentarios y críticas que recibí de su parte. Hoy cierro un ciclo para iniciar otro, con un nuevo proyecto, pero muy satisfecho y agradecido por ésta maravillosa oportunidad y el enorme privilegio de disertar cada una de las reflexiones; y los invito a seguir éste ejercicio “revalorando la vida”.
Estoy convencido de que los valores son transmitidos en casa, no se estudian en ningún lugar, no se pueden aprender para presentar una evaluación, no se trata de intelecto o conocimiento, yo creo que es algo del corazón de cada persona, vivir conforme a estos valores, como lo describe el autor Jim George en su libro “Un hombre conforme al corazón de Dios” donde define al corazón como el centro de control de vida; al igual que lo decreta la biblia el libro de los proverbios capítulo 4 versículo 23 dice: “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”.
Por ello, lo animo a poner a Dios como prioridad, porque como ya he comentado antes, su amor por Dios impactará de manera determinante sobre su familia y también en la gente que lo rodea. Mi amor y mi gratitud a mi esposa Xóchitl y mis hijos Romina y Romel, los amo; gracias por apoyarme en todo momento.
Esto no es un adiós, sino un hasta pronto. Quedo a sus órdenes para seguir en contacto a través de mi correo electrónico: robertlb76@hotmail.com o por medio de mis cuentas de redes sociales en Facebook e Instagram: Roberto López Barradas.
Por último, quiero agradecer a “Versiones.com” y mi amigo Pepe Ortíz, por su confianza y el espacio brindado a un servidor para ser parte de su cuerpo de columnistas.
¡A Dios se la gloria!