CARTA ABIERTA A LA OPINIÓN PÚBLICA:
Orizaba, Veracruz, 04 de Junio de 2021
Cuitláhuac García Jiménez
Gobernador de Veracruz
Señor Gobernador:
Hoy como muchos hermanos veracruzanos, somos víctimas de la violencia desmedida que se vive dentro de nuestro país. Desafortunadamente el lunes 31 de Mayo de 2021 ocurrieron hechos sangrientos dentro del negocio familiar que lleva por nombre “Restaurant Bar La Covacha”, el cual es atendido por mi hermano Gerardo Ramírez Páez desde hace casi 21 años, sin algún tipo de incidente de cualquier índole, y lo pueden corroborar con los vecinos que desde ese tiempo nos conocen. Cabe hacer mención, misteriosamente este hecho no se mencionó en ningún espacio noticioso comercial o redes sociales, como si no hubiera existido, por lo que es posible que usted no se encuentre enterado de este caso en lo absoluto, lo cuál es el propósito de este escrito.
En ese día lunes, el cual no se abre al público para hacer limpieza semanal, entre las 15:30 y 16:00 hrs.llegó un grupo de gente armada exigiendo entrar, a lo cual ante la amenaza con armas de fuego mi hermano Gerardo les tuvo que dejar ingresar a las instalaciones, tras lo cual unos sujetos le quitaron su celular y lo sometieron atándole sus muñecas con un cincho plástico, y lo llevaron a tirar detrás de la barra del bar; Justo después escuchó entrar más personas al lugar, y escuchó entraron al parecer en una discusión entre ellos y escaló a gritos, a lo que siguieron fuertes detonaciones, lo que le hizo perder el conocimiento por la impresión y quedó desmayado en el lugar.
De ahí hasta que recobró el conocimiento obviamente no recuerda nada, y en shock se dirigió hacia la entrada del local, que tiene dos accesos: el principal que es una puerta de madera, y la salida de emergencia que es un portón de madera, lo cual hay que mencionar es la única forma de entrar o salir del negocio, ya que la forma de colindancias con los inmuebles vecinos es imposible salir, y si se llegará a intentar resultaría seriamente lesionado el sujeto; Se encontró con la policía que ya estaba resguardando el local para tratar de ingresar, y él trató de abrir la puerta principal, pero por estar atado y por nervios no lo pudo lograr, a lo que le dio el manojo de llaves a un policía de mano, por la rejilla de la barda (la barda de la fachada tiene medios arcos con reja y fibracel).
Los policías entraron al local y detuvieron a Gerardo después de las 19:30 hrs. y lo llevaron aproximadamente a las 21:30 hrs. en un vehículo particular, sin ningún tipo de identificación que fuera oficial, sin embargo no fue informada su detención por el ministerio público hasta casi la madrugada, además que durante el tiempo que lo tuvieron retenido más de 4 policías ministeriales, le cubrieron todo el tiempo la cabeza con una capucha negra y durante ese tiempo le lavaron, enjuagaron y untaron algo en las manos y le hicieron tocar objetos, violando todo procedimiento legal y violando flagrantemente sus derechos humanos.
Nuestros familiares y amigos se dieron a la tarea de buscarlo en las diferentes fiscalías de la región desde que fue sustraído del negocio, obviamente empezando por la de Orizaba donde fue negado su ingreso y estadía ya que dijeron ellos no tienen separos en sus instalaciones. Se le buscó desde Ciudad Mendoza hasta Córdoba sin que tuvieran ellos información alguna, y se puede constatar con las cámaras de vigilancia de dichas fiscalías nuestra búsqueda. Alrededor de las 00:00 hrs. del día martes 01 de Junio se tuvo que pedir la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos para que pidiera información sobre Gerardo en la fiscalía de Orizaba ya que no aparecía por ningún lado, a lo que hasta las 01:15 hrs. fue llamada mi señora madre por nuestro abogado informando ya había sido confirmado que sí lo tenían detenido en las instalaciones de la fiscalía de Orizaba.
Con los elementos encontrados en el negocio, y el testimonio de Gerardo sobre lo ocurrido, no parecía mayor problema que lo dejaran en libertad después de hacer su declaración sobre los hechos y su aprobación sin dudar a hacerse una prueba de radizonato de sodio, ya que él no participó de ninguna manera en los hechos. Sin embargo cuando lo ingresaron a la fiscalía de Orizaba le asignaron un abogado de oficio sin su petición y lo hicieron rendir una declaración con dudoso fin, además que en ningún momento se le leyeron sus derechos constitucionales o derechos Miranda, sino hasta el momento de la audiencia 48 hrs. Después, y le fueron leídos por el juez. Nunca le permitieron hacer una llamada, fue incomunicado totalmente desde que salió del local.
Ahora resulta que durante la audiencia de nuestro caso 793/2021, aparecen pruebas que lo involucran de forma incongruente a como fueron los hechos: un objeto de madera con una huella de su mano izquierda que según se usó en los hechos y la prueba de radizonato de sodio positiva en ambas manos, cuando él nunca ha manejado ningún tipo de arma de fuego. Las víctimas de los hechos de sangre fueron ejecutadas con diferentes tipos de armas según el peritaje incompleto y no se encontró ninguna dentro del local tampoco, a lo que hay que hacer un fuerte señalamiento que NO EXISTE EL ACTA DE CATEO, de lo cual ya tiene conocimiento el juez del caso y quedó grabado en el video de la audiencia y presentación de “sus pruebas”, por lo que pudieron manipular, aparecer o desaparecer cualquier tipo de evidencias a conveniencia, como el lavado o enjuagado de manos o como es el caso del manojo de llaves entregada por mi hermano, nadie sabe qué pasó con ellas, y es importante para nuestra defensa probatoria, ya que en su informe policial menciona tuvieron que forzar la entrada porque no les abrían la puerta, y que cuando ingresaron ellos mi hermano se echó a correr… ¡correr para dónde!, si revisaran el negocio podrían verificar no se puede salir de él si no es por el frente solamente.
Mi hermano es una persona moralmente solvente, de carácter alegre y tranquilo, con facilidad para hacer amistades, No somos personas de grandes recursos pero sí trabajadores honrados en nuestro desempeño diario para proveer a nuestras familias, por lo cual me parece la peor de las bajezas que la Fiscalía de Orizaba trate de inculparlo de los hechos de sangre ocurridos ¡pasando de ser una víctima a victimario!. No es posible que las investigaciones ministeriales continúen manipulando y fabricando evidencias como en los mejores años del priísmo, y con tal impunidad para seguir falseando evidencia. ¡Ya basta señor Gobernador! Dejen de violar los procedimientos procesales para forzar cuadrar una falsa línea de hechos, pisoteando los derechos de los ciudadanos por el simple motivo de “mostrar resultados en su lucha contra la delincuencia”, es como querer tapar un bache rellenándolo con agua.
¿Será posible que por ser tiempos electorales, traten de levantar la imagen de la fiscalía “resolviendo crímenes” de cualquier forma, pero que no sea atrapando realmente a los responsables de los hechos? ¿cuántos casos similares más habrá en nuestro Estado?. ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍ.
Señor Gobernador, lo único que exigimos es trato justo conforme a derecho, sin más ni menos a favor, simplemente que se nos garantice la transparencia y legalidad durante todo el proceso, y se detengan esas viejas prácticas que sólo dañan la credibilidad en la impartición de la verdadera justicia, al asignar la culpa a quienes tienen la mala suerte de ser víctimas de la delincuencia.
Suplicamos y agradeceremos que como máxima autoridad en el Estado de Veracruz, usted señor Gobernador, instruya o recomiende a la Fiscalía General del Estado a revisar minuciosamente que se cumplan los procesos de ley para la impartición de justicia de todos los veracruzanos.
Atentamente:
Gloria A. Páez Gutiérrez.
Profesora en retiro.
Madre de Gerardo.
Agustín Ramírez Páez.
Empleado.