Luego de descalabro electoral, ya “zopilotean” a Alito; suena Enrique De la Madrid para sucederlo

Allá en el Altiplano ya comenzaron a comentar que luego del descalabro del Revolucionario Institucional en los comicios del pasado domingo, algunas corrientes ya comenzaron a “zopilotear” a Alejandro Moreno.

La mayoría de los comentarios coinciden en que lo ideal sería que “Alito” decidiera dar el paso al costado para iniciar un giro de estrategia.
Y en caso de que el dirigente se apartara, comentan que lo más probable es que busque continuidad a través del grupo de Coahuila o bien con un enviado de su amigo Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca.

En este escenario, es que ya se empieza a mencionar el nombre del ex secretario de Turismo, Enrique De la Madrid, como una opción a considerar. Es un cuadro de buen nivel técnico, con buena imagen en el empresariado, con un apellido netamente priista y de los pocos actores del sexenio anterior que dejaron el poder sin escándalo alguno.

Prácticamente es la antítesis de Alito, que está salpicado por escándalos de corrupción recurrentes, tiene bajo vuelo a nivel técnico y además se ha rodeado de un entorno con capacidades más bien básicas.

De la Madrid tendría que satisfacer una demanda al interior del partido que es la de levantar el perfil crítico hacia la 4T, algo que Moreno Cárdenas nunca quiso hacer por entender que gran parte de los votantes de Morena en 2018, en el pasado lo fueron del tricolor.

A esto se agrega que la posibilidad de que llegue Enrique a la dirigencia nacional del PRI, tiene un cabildero no menor: Emilio Gamboa, que tuvo en el sexenio de Miguel De la Madrid, padre de Enrique, uno de sus momentos de mayor injerencia como jefe de la Oficina de la Presidencia.

Gamboa es el destinatario de diversas señales de descontento que llegan desde todo el país. De la Madrid es su respuesta como opción de cambio al interior del partido tricolor.

Suenan los tambores de guerra en el ex partidazo. Las hordas tricolores exigen cambio de baraja, pero de baraja nueva.

A ver qué pasa.