Reynaldo Escobar
Así lo declaró a los medios de comunicación el Presidente López Obrador, después de analizar los motivos que llevaron a votar en contra de sus pupilos morenistas, a los habitantes de cuando menos “siete alcaldías” ubicadas en la CDMX. Argumentó el titular del Poder Ejecutivo AMLO, que le resulta difícil creer que sus ex seguidores, aquellos que desean “triunfar” en un afán egoísta “aspiracionista”, se hayan dejado convencer por las descalificaciones asimiladas y difundidas, por quienes le llaman “Falso Mesías”.
No se vale, que el líder máximo de Morena, fustigue a los integrantes de la “Clase media”, a la que antes agradeció el apoyo recibido en la elección presidencial de 2018, y ahora los califique de “influenciados” y “aspiracionistas”. Todo ello obedece al afecto proteccionista, que no deja al presidente Andrés Manuel, ver con claridad, que cualquier descalificación clasista en la capital del país, rebota en los cimientos de la construcción ilusoria de Claudia Sheinbaun, para acceder a gobernar este país.
Por otro lado hay que agregar a la gran derrota de Morena en el contexto nacional de la pasada elección, que la “conducta aspiracional” del presidente, para obtener una mayoría calificada de su partido y aliados, no se concretó y por ende, para cualquier reforma constitucional, como la prórroga de mandato o la reelección, ahora debe amarrar previamente una alianza como la que AMLO dibujó, invitando al PRI a la “traición” y que de inicio ya fue rechazada por Dulce María Sauri, presidenta de la mesa directiva de la cámara de diputados.
No encontró más calificativos para referirse a la clase media, aquella que cuenta en sus filas con los jóvenes y adultos que desean progresar para alcanzar un mejor nivel de vida y que a casi 3 años del mal gobierno de la 4T, ahora arrepentidos votarán sin duda en un mayor número, en contra de Morena y quien resulte su candidato (Ebrard) o candidata (Sheinbaum) para la sucesión presidencial y relevo de Andrés Manuel López Obrador.
Los que alcanzaron el triunfo en gobiernos estatales y municipales, bajo la bandera de Morena, deberán gobernar para todos, incluyendo a los que sufragaron en su contra, lo cual no será nada fácil por el cúmulo de promesas que siguen incumplidas, desde el Palacio Nacional y que constituyen una carga para los morenistas de nuevo cuño.