Redacción Versiones
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirmó la presencia de la variante Delta de COVID-19 en México.
Jairo Méndez Rico, asesor en Enfermedades Virales Emergentes de la OPS, señaló que la variante detectada en India se encuentra ya en 95 países, siendo calificada como variante de preocupación por su mayor capacidad de transmisión.
En el caso de América Latina se ha detectado en 14 naciones.
Y en México la variante Delta tiene presencia en Quintana Roo, Baja California y en la Ciudad de México, esta última donde “ha tenido un poco más de desplazamiento”.
Cabe destacar que el asesor de la Organización Panamericana de la Salud no incluye al estado de Veracruz en la lista de las entidades en las que ya detectó la variante Delta.
Cabe destacar que el secretario de Salud de Veracruz, Roberto Ramos Alor, pese a que en principio había aceptado que la variante Delta ya estaba en Veracruz, después se retractó y dijo que dicha cepa del virus no ha sido detectada en tierras veracruzanas.
Por otra parte, el doctor Méndez Rico destacó la red de vigilancia genómica del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) que ha permitido la detección en el país de alrededor de 15 variantes y monitorear de manera temprana un incremento inusual de casos o cambios en la forma clínica de la enfermedad.
El funcionario argumentó que los medios de comunicación habían mal interpretado sus declaraciones.
Lo que se sabe de la variante Delta
Desde que fue identificada en la India, la variante delta ha sido el dolor de cabeza de los especialistas en el manejo de la pandemia. No solo resultó ser mucho más contagiosa que las demás, sino que posiblemente podría provocar una enfermedad más severa.
Esta semana, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, anunció que es “ineludible que la variante llegue a Colombia”, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que está en la ruta de convertirse en la dominante en el planeta.
No son noticias muy alentadoras. Aunque se ha demostrado que las vacunas de Pfizer y AstraZeneca protegen contra este linaje, la llegada de delta (antes conocida como B.1.617.2) supone un riesgo para aquellos que aún no han recibido su esquema de vacunación completo. A su vez, esto significa un nuevo reto para las autoridades sanitarias, que deberán acelerar el proceso para tener a la mayor cantidad de ciudadanos inmunizados antes de que aparezca.
Delta fue catalogada como una variante de preocupación por la OMS, junto con alfa, beta y gamma, que fueron identificadas primero en Inglaterra, Sudáfrica y Brasil, respectivamente. Pero hoy a delta se le considera la más preocupante, y por una sencilla razón: los expertos creen que es casi hasta 50 por ciento más contagiosa que la cepa original del virus.
Ya ha sido reportada en 80 países, entre ellos Gran Bretaña y Estados Unidos. En este último, la variante fue detectada en marzo y alfa aún prevalece; aunque no lo hará por mucho tiempo. A comienzos de abril, delta apenas representaba 0,1 por ciento de los casos en Estados Unidos, según el CDC, organismo de control de las enfermedades. No obstante, en mayo ya era del 1,3 por ciento, y a comienzos de junio, del 9,5 por ciento de los casos.
Anthony Fauci, director del Centro de enfermedades infecciosas de ese país, señaló que hoy representa el 20,6 por ciento de los nuevos casos, que con delta se están doblando cada dos semanas. Así, se espera que sea la variante prevalente en agosto.
En Gran Bretaña es responsable del 90 por ciento de los casos y ha truncado el camino hacia la libertad, como llama su primer ministro Boris Johnson a la apertura de la economía. A ese ritmo, no hay duda de que “la variante creará más retos”, dijo a diversos medios estadounidenses Michael Osterholm, director del Center for Infectious Disease Research and Policy de la Universidad de Minnesota.
Delta tiene la mutación L452R, clave en la proteína que el virus usa para introducirse a la célula humana. Eso significa que “el virus es más apto que otros”, como afirma Wendy Barclay, viróloga del Imperial College London. Ella ha encontrado en su laboratorio que dicha mutación hace que se replique más fácilmente en las vías respiratorias del huésped, lo que implica que un individuo emita más del virus cuando está infectado. Por lo tanto, se requeriría de un periodo más corto de exposición entre él y otra persona susceptible para que se dé el contagio.
Así las cosas, algunos especialistas señalan que por cada ser humano infectado con la variante delta, se infectarían siete; mientras que con la alfa esa tasa es de entre cuatro y cinco.