Fallece Maruchi Bravo Pagola, la tuitera que encarceló Javier Duarte

Este sábado a la 1:40 horas, falleció la Maestra Maruchi Bravo Pagola, ex funcionaria de la SEV y famosa tuitera que fue encarcelada por instrucciones de Javier Duarte de Ochoa y posteriormente liberada al demostrar su inocencia.

El deceso fue confirmado por familiares y amigos de Bravo Pagola, quien dejó de existir en el hospital del Issste del Puerto de Veracruz, víctima de un shock séptico derivado de una bacteria que atacó su sistema inmunológico en días recientes.

Será velada en la funeraria La Luz, Sala 1, de la ciudad de Veracruz, a partir de las 14 horas de este sábado. Debido a la emergencia sanitaria, habrá restricciones para participar de las exequias.

Descanse en paz.

CUANDO JAVIER DUARTE LA ENCARCELÓ

El 26 de agosto de 2011 en el puerto de Veracruz se reportó a través de Twitter, por medio del hashtag #verfollow, que algunas escuelas suspendieron sus clases debido a que recibieron amenazas.

Esto provocó una psicosis colectiva, información que fue desmentida posteriormente por el gobernador Javier Duarte a través de su cuenta de Twitter.

La Procuraduría General de Justicia de Veracruz aseguró haber detectado a través de la policía cibernética las cuentas de usuarios desde las cuales se difundían “versiones falsas” de los hechos violentos en el Estado, que incluían a 16 usuarios de Twitter.

Horas después, la Procuradoría General de Justicia Estatal de Veracruz detuvo a Gilberto Martínez Vera, ( @gilius_22) y María de Jesús Bravo Pagola ( @maruchibravo), periodista y exdirectora de Actividades Artísticas y Culturales de la Secretaría de Educación de Veracruz, quienes fueron internados en el penal de Pacho Viejo.

Javier Duarte aseveró que se acusaría a los autores de estas informaciones por terrorismo:

“Ya tenemos ubicado el origen de toda la desinformación de hoy, quiero informar q esto tendrá consecuencias legales Art. 311 (terrorismo)”.

Al hablar del delito y de su castigo, la Procuraduría citó el artículo 311 del Código Penal para el Estado de Veracruz:

A quien utilizando explosivos, sustancias tóxicas, armas de fuego o por incendio, inundación o por cualquier otro medio realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios al público, que produzcan alarma, temor, terror en la población o en un grupo o sector de ella, para perturbar la paz pública o tratar de menoscabar la autoridad del Estado o presionar a ésta para que tome una determinación, se le impondrán de tres a 30 años de prisión, multa hasta de 750 días de salario y suspensión de derechos políticos hasta por cinco años.

A quien, conociendo las actividades de un terrorista y su identidad, no lo haga saber a las autoridades se le impondrán de uno a nueve años de prisión y multa hasta de 150 días de salario .

A raíz de esta situación, los usuarios de las redes sociales crearon el movimiento Yo Soy TwitTerrorista , un movimiento donde los usuarios criticaron al gobierno de Veracruz por querer censurar la información sobre el ambiente de inseguridad y violencia que vivía Veracruz.

“El gobernador de Veracruz @Javier_Duarte quiere acabar inseguridad silenciando twiteros .Yo También soy #TWITTERRORISTA”, tuitearon los usuarios.

Un usuario, JuanchoElHereje, tuiteó:

“A través del hashtag #TwitTerrorista los usuarios hicieron un llamado a los usuarios para exigir la libertad de los twitteros detenidos y criticaron al gobernador de Veracruz por las acusaciones al asumir que serían acusados de ´terroristas por difundir información sobre actos violentos que ocurran en la entidad”.

El 21 de septiembre de ese mismo año, Maruchi Bravo Pagola y Gilberto Martínez fueron liberados.

“¡Éste es un triunfo de la libertad de expresión, de los tuiteros y de la sociedad!”, gritó en ese entonces la cibernauta María de Jesús Bravo Pagola al cruzar la puerta del penal de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec, tras ser liberada junto con el profesor Gilberto Martínez Vera la tarde de ese miércoles, luego del sobreseimiento de su proceso judicial.

Por la mañana, la procuraduría general de Justicia del estado, se desistió de las acusaciones de terrorismo equiparado y sabotaje por la difusión –mediante cuentas de Twitter y Facebook– de versiones sobre supuestos ataques del crimen organizado contra escuelas públicas el 25 de agosto, por lo cual fueron detenidos el día siguiente.

El retiro de los cargos fue anunciado previamente por el gobernador Javier Duarte de Ochoa en su cuenta de Twitter: Al existir una nueva legislación que tipifica la conducta de las dos personas que causaron disturbios, la PGJE se desistirá de la acción penal.

Al mediodía, la PGJE remitió a la juez tercera de primera instancia, Beatriz Rivera Hernández, el oficio PGJ/OP/6340/2011, en el cual se desistió de las acusaciones, con fundamento en la buena fe, legalidad, honradez, objetividad, imparcialidad, eficiencia y profesionalismo que rigen la actuación del Ministerio Público en el estado.

La PGJE agregó que el desistimiento también obedeció a las recientes modificaciones al artículo 373 del Código Penal del estado. Aunque no lo menciona, el ordenamiento se refiere al delito de perturbación del orden público, que la víspera los diputados locales tipificaron como ilícito que se castiga con pena de uno a cuatro años de prisión.

Los abogados de ambos detenidos, Fidel Ordoñez y Claribel Guevara, aclararon que el desistimiento de los cargos contra sus clientes, a quienes se atribuyó provocar pánico y sicosis en la conurbación Veracruz-Boca de Río el 25 de agosto, no fue un acto de buena fe ni de magnanimidad. Simplemente se reconoció que no había delito qué perseguir.

A las 14:35 horas ambos tuiteros fueron presentados en la ventanilla 7 del juzgado tercero de primera instancia, donde el secretario de cuenta Ricardo Morales Carrasco leyó y les dio a firmar el acta de sobreseimiento.

Mientras Gilberto Martínez Vera hacía con los dedos la V de la victoria, Maruchi Bravo lloró y agradeció el apoyo de los medios de comunicación, de “los tuiteros solidarios”, así como de la sociedad de Veracruz y del mundo.

Una hora más tarde, cruzaron la puerta principal del reclusorio y fueron recibidos por sus familiares.