“¡Uy, se va a armar un pinche desmadre!”, testimonio de un vendedor de gas

Un vendedor de gas se sincera a botepronto: “quien se mete a nuestro territorio le va mal”, relata sobre las prácticas de reparto de zonas para la venta.

La última vez que hablaste por teléfono con Alfredo le preguntaste si seguía vendiendo tanques de gas a medio llenar. Él se rió. Luego te confesó que lo habían cambiado a la zona de Tláhuac porque, en efecto, un cliente se había quejado del mal servicio. A ese mismo Alfredo le preguntas ahora si supo la noticia que López Obrador anunció hace apenas unas horas: que su gobierno creará una paraestatal para despachar gas LP más barato. Se llamará Gas Bienestar.

“¡Uy, se va a armar un pinche desmadre!”, te responde Alfredo. “Las colonias ya están repartidas entre las gaseras desde hace un chingo años y quien se mete a territorio ajeno le va mal”.

-¿Qué significa “le va mal”?
Que lo sacamos a chingadazos, si bien le va. Así como los taxistas madrean a los de los conductores de Uber, nosotros madreamos a quien no respeta la zona de repartición.

-Suena a una dinámica de la mafia.
Pos no sé, pero tengo más de diez años trabajando y las colonias siempre se han repartido entre gaseras. Allá donde vives, nomás entramos nosotros (Global Gas).

Dicha empresa se encuentra al norte de la zona metropolitana, donde Pemex asentó una planta de gas a principios de los años 60: San Juanico, recordado por las explosiones ocurridas en 1984. Y, como todas las gaseras, “revendemos el gas a más del doble”, te confiesa Alfredo y tú buscas y encuentras en los datos oficiales que las empresas compran el kilo de gas a Pemex por 12.50 pesos. Alfredo vende el tanque de 20 kilos a 570 pesos. El de 30, a 855. Y el de 45 lo despacha a mil 282 pesos. O sea: el kilo de gas lo vende a 28.50 pesos.

-Ahora sí van a tener competencia -le dices a Alfredo.
Yo digo que las empresas le van a armar un desmadre a López Obrador. No dudes que se le pongan al pedo, que comiencen a vender más caro el gas o que lo escondan.

-¿Y a ti no te gustaría comprar más barato el gas?
Agüevo. Pero yo lo vendo y no me queda de otra que seguir vendiéndolo caro. Porque, pienso yo, a lo mejor estoy mal, que entre más barato, la planta tiene menos dinero y habrá menos trabajo.

Alfredo gana mil 300 pesos a la semana. Por eso mismo suele vivir de las propinas y de las transas que pueda hacer. “Ya sabes: quedarse con los cambios, robarse lo que esté a la mano”.

Antes de colgar, Alfredo te dice: “Estaba pensando que le va a salir muy caro a la gente ir a comprar un tanque hasta San Juanico”. Le contestas que no será así, que, hasta donde entendiste, la idea es que exista una paraestatal con sus propios canales de distribución. De hecho, le cuentas que usuarios en redes comparan Gas Bienestar con lo que fue Conasupo, aquella empresa creada, también por el gobierno, a principios de los años 60, y cuyo gerente en los años 80 fue Raúl Salinas de Gortari, quien, entre otras monerías, autorizó la compra de leche contaminada que provenía Chernóbil.

“Conocí la Conasupo” te dice Alfredo. “Mi jefa compraba ahí la leche más bara, pero decían que era más chafa”.