EN CORTO… SIN CORTES
José Ortiz Medina
Cuentan en la aldea que en no muy pretérita administración, el reyezuelo mandó a pedirles lana y bienes a los corruptos del anterior reino, todo ello para engordar el “cochinito” en favor de la campaña de su mancebo príncipe, fallido heredero al trono.
“Vómito negro”, le dicen a vomitar o devolver lo hurtado.
Y así, más de tres comendadores, fueron enviados por el monarca a exigirles a los ex servidores públicos que regresaran no al pueblo, sino al reinado, lo “robado”.
Hubo algunos que temerosos sí retornaron aeronaves, ranchos, residencias, lana en “efec”, etcétera.
Pero hubo otros que se resistieron. Y a esos que se resistieron, en represalia, los encarcelaron, y aún presos los siguieron presionando, les continuaron haciendo “manita de puerco” para que aflojaran.
Y si seguían en plan de “rebeldes”, fueron objeto de todo tipo de humillaciones, como la de tenerlos en celdas descubiertas, sin techo, a pleno sol o al sereno de la noche, a la intemperie. Casi como en un corral de gallinas o de puercos.
Uno de esos enviados sería un fracasado aspirante parlamentario, pues cuando pensó que ya se iba a asumir su cargo legislativo, que le suman nueva acusación relacionada, al parecer, con el tema comentado en líneas anteriores.
Ahora, el ex monarca se desgarra las vestiduras y habla de “injusticia” y llama a sus gárgolas “presos políticos”.
Por cierto, una de las ex funcionarias que se negó al vómito negro, no sólo fue internada en la fortaleza de los “impíos”, sino que fue obligada a lavar las letrinas de las demás internas.
Pero no conforme con eso, el vengativo gobernante mandó insertar su canallada en uno de los diarios afines a sus intereses.
Así se las gastaba el furibundo ex mandatario.