Pablo Jair Ortega
El 16 de enero de 2017, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, en conferencia de prensa desde Palacio de Gobierno, anunciaba: “Tenemos ya resultado de un laboratorio que señaló que el medicamento que se administraba a niños, una quimioterapia que se administraba a niños, no era realmente un medicamento, sino que era un compuesto inerte, era agua prácticamente destilada”.
Ahí mismo dijo que en cuanto se tuvieran todas las pruebas, se presentarían las denuncias correspondientes… lo que no ocurrió y nunca hizo.
Yunes agregaba en ese entonces: “esto nos parece realmente un pecado brutal, un atentado contra la vida de los niños y se está terminando de analizar y, en su momento, se presentan las denuncias”.
Lo dicho por Yunes fue replicado por medios y periodistas afines a su régimen, además de que la gravedad del señalamiento fue retomado por medios serios nacionales e internacionales. Decir que se inyectaba a niños agua destilada fue una cabeza sensacionalista perfecta y se quedó grabado en el imaginario colectivo.
Una investigación de la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris), realizada en febrero de ese año (gobierno de Peña Nieto), determinó que no había evidencia de la aplicación de medicamentos falsos o agua destilada en pacientes con cáncer.
“La Secretaría de Salud, a través de la COFEPRIS, informa que hasta el momento no hay evidencia de la aplicación de medicamentos falsos o agua destilada en pacientes con cáncer. Se ha solicitado a las autoridades del Estado de Veracruz que aporten información y evidencia que sustente las presuntas irregularidades”, explicaba el comunicado.
De igual manera, informó que se habían asegurado 16.8 toneladas de medicamentos caducos y 46,984 pruebas rápidas “Kit de detección VIH 1&2 VIH Test” sin registro sanitario.
Según el texto, personal de la Cofepris se trasladó hasta Veracruz horas después de la declaración del gobernador (18 de enero) para investigar el caso y ahí se documentó que el 14 de junio de 2010 el Centro Estatal de Cancerología del Estado de Veracruz identificó una ampolleta de medicamento Avastin (Bevacizumab) de 400 mg, abierto, manipulado y con material extraño, lo cual fue reportado por la enfermera encargada de su aplicación, sin que dicho medicamento haya sido administrado a ningún paciente.
La Secretaría de Salud del estado solicitó la evaluación técnica de la ampolleta al Laboratorio Roché, ya que éste es el titular del producto. Con fecha 20 de octubre de 2010, éste emitió dictamen en el que concluyó que dicha ampolleta fue falsificada.
Detalla el reporte: “El personal de salud está obligado a revisar los medicamentos antes de su administración para detectar anomalías y, en su caso, reportarlas y documentarlas. Por lo anterior, COFEPRIS inició la revisión de expedientes clínicos en el Departamento de Oncología del Centro Estatal de Cancerología para buscar intencionadamente otros casos de posibles medicamentos irregulares. Hasta el momento se han revisado 151 expedientes clínicos del periodo 2011-2016, de los cuales 36 son de pacientes pediátricos y 115 de adultos, en los cuales no se ha localizado prueba alguna de medicamento falso y, por tanto, de que se haya administrado a paciente alguno. Es importante aclarar que el medicamento Avastin no está indicado de manera particular para niños y adolescentes. Sin embargo, de los 36 expedientes pediátricos, se localizó solo un caso en el que ese medicamento fue administrado a un paciente de 17 años con 2 meses, lo cual no derivó en una afectación a su salud”.
El comunicado completo todavía puede leerse en la página web de la Secretaría de Salud, en ese entonces encabezada por el doctor José Narro Robles. (de click aquí para acceder)
YUNES HABRÍA QUERIDO USAR EL TEMA DE ONCOLÓGICOS PARA ENCARCELAR A FIDEL HERRERA
En reciente entrevista concedida a Versiones.com.mx por parte del exsecretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib, el periodista José Ortiz Medina y quien esto escribe le preguntamos acerca del caso del agua destilada supuestamente inyectada a niños.
En general, Nemi coincidió con la explicación e investigación hecha por la Secretaría de Salud federal en ese entonces, pero además especula con una hipótesis sobre cuál era el trasfondo de ese asunto: la intención parecía ser simplemente tener un pretexto para detener y capturar al exgobernador Fidel Herrera Beltrán, némesis político de Yunes Linares.
No obstante, cabe apuntar que la versión de Nemi es sobre la irregularidad de otro medicamento el que inició la investigación, pues mientras la Secretaría de Salud federal se refería al Avastín, Nemi Dib apunta que se trataba de Trastuzumab, para el tratamiento de cáncer de mama.
No obstante, al inicio del cuestionamiento ataja: “Si eso fue, si eso ocurrió, si eso se presentó, fue cuatro años (antes) de que yo fuese secretario; es cuestión sencillita de revisar las fechas. El incidente fue en 2010; yo soy secretario en 2013 y 2014”.
Y narra cómo inició la historia: “Un día llega una señora a que le pongan su quimio, y entonces la enfermera lo ve y dice ‘oye, esto está turbio’. Y en ese instante va pasando el doctor Guzmán, el director, y le dice: “Oiga doctor, mire, no se ve bien”… Es un medicamento que se llama Trastuzumab que es un monoclonal para cáncer de mama… Y el doctor le dice ‘cámbialo por uno de nuestro stock, y cuando venga el representante de Roché, que es el fabricante, que nos haga el favor de cambiar’… Ok”
Prosigue: “Le ponen a la señora su medicamento, se va, no pasa nada, llega el representante de Roché, le dan el medicamento turbio y al cabo de los meses —no fue rápido, apunta— Roché manda un fax diciendo que su laboratorio de control de calidad no puede precisar si ese medicamento fue fabricado por sus laboratorios o no. Nunca dice que sea falso, nunca dice que sea pirata, pero además, ojo: es un medicamento para adultos. Trastuzumab es un medicamento que no se le aplica a niños”.
Explica que por mera curiosidad comenzó a investigar el asunto y encontró que el refrigerador donde estaban las quimioterapias supuestamente falsas, ya lo habían precintado y la Contraloría General del Estado se lo había llevado pero desde 4 años antes.
“Entonces le ordené al comité que hiciera una investigación, lo que se llama una autopsia documental, y se revisaron mil 600 expedientes”
Comenta: “La quimioterapia es veneno, más de la mitad de las personas que reciben quimioterapia corren el riesgo de volver a presentar un cáncer distinto al original, provocado por la quimioterapia (…) A un niño, una dosis de quimioterapia se le mide en nanogramos; son dosis rigurosamente controladas, antes de poder aplicar una quimio, hay que revisar la hemoglobina, valores, etc. Revisamos mil 600 expedientes y no hubo ni uno solo de intoxicación alimentaria; bueno, ni siquiera con fiebre. Si el niño tiene resfriado, no se le puede aplicar la quimio”.
De igual manera, comenta que el Dr. Narro, sorprendido por las declaraciones de Yunes Linares, tomó la decisión técnica correcta e hizo lo mismo que él cuando fue secretario de Salud estatal: revisaron los mil 600 expedientes.
“Y ahí está su declaración formal: no hubo una sola irregularidad en una quimio, pero ojo, estoy hablando de cosas que pasaron 4 años antes”, apunta.
Subraya: “¿Quién inventó que era tratamiento para niños? No lo sé ¿Quién inventó que era hecho como un negocio ilícito? No lo sé ¿Quién sembró la idea de que fui yo? Sí lo sé: Miguel Ángel Yunes”.
Explica: “porque cuando me toma preso, a pesar de la madriza al duartismo, a pesar del desgaste tan fuerte que yo tenía, me informaron que no hubo mucha extrañeza social; que mucha gente se cuestionó por qué no agarraba a los verdaderos ladrones y que mucha gente puso en duda la legitimidad de mi aprehensión, entonces el gobernador decidió soltar, liberar el rumor, de que yo era el responsable de las medicinas falsas. De hecho, las bromas en la cárcel de los presos era que si a ellos no les iban a dar agua de colores; con eso me jodían, al principio me sentía muy molesto, pero después aprendí a reírme con ellos”.
Nemi Dib fue capturado el 23 de diciembre de 2017 en Puebla, y llevado al penal de Pacho Viejo, en Coatepec, acusado de diversos delitos sin comprobar por el que estuvo 16 meses en prisión preventiva (es decir, sin sentencia). Fue parte de los funcionarios del gabinete del exgobernador Javier Duarte que fue perseguido en la cacería contra políticos que Yunes Linares había emprendido para legitimarse como gobernador y apuntalar el proyecto de imponer a su hijo en la gubernatura para el periodo 2018-2024.
En este sentido, el exsecretario de Salud comparte una conjetura respecto al porqué de su captura: “¿Qué motivó al gobernador? Un amigo mío tiene una hipótesis. Todas las causas penales que el gobernador Yunes le pudiera haber imputado a Fidel Herrera Beltrán, todas, sin excepción, habían prescrito. La única posibilidad que tenía de poder proceder penalmente contra Fidel era el tema de las quimios”
Comenta que toda la investigación que nos acaba de revelar también se la narró a Carlos Loret de Mola en una entrevista: “le conté que yo no creía que lo de las quimios fuera cierto y que además había sido 4 años antes. Me dijo un amigo que el gobernador se puso rabioso y que era una de las razones del enojo en contra mía, porque yo le había echado a perder el argumento de que Fidel era culpable de las quimios falsas”.
“Esta es una hipótesis, no la puedo comprobar, pero eso podría explicar por qué me acusa a mí Miguel Ángel Yunes y por qué su furia y su encono contra mí. Yo no quería defender a Fidel Herrera de nada”.
—Le arruinaste su mejor argumento contra él…
—Por lo menos mediáticamente, porque jurídicamente no habría podido proceder.
“Quien no me crea, por favor váyase a Google en este momento y cheque las fechas. Es facilísimo y van a ver que el tema de las quimios falsas fue en 2010, yo ni soñaba con trabajar en el gobierno y mucho menos soñaba con ser secretario de Salud en ese momento”, concluyó.