Zoológico veta a mujer por su relación “poco saludable” con un chimpancé

Una insólita noticia proveniente del Zoológico de Amberes, en Bélgica, ha puesto a comentar a los internautas sobre los límites del ‘amor’ que existen en las relaciones de las personas con los animales.

Según informaron algunos medios locales, el centro de conservación y exhibición de especies más antiguo del país europeo le prohibió la entrada a una visitante frecuente porque su ‘excesivo cariño’ estaba afectando a uno de los simios.

La mujer, de nombre Adie Timmermans, iba al zoológico al menos una vez por semana durante cuatro años seguidos para mantenerse al tanto de Chita, un chimpancé macho, de 38 años.

Por lo que se ha podido conocer, en sus visitas ella solía darle besos al vidrio que separa al público del recinto de ‘hábitat’ del animal.

Ahora, tras meses de estar ‘bajo la lupa’ de las autoridades del zoológico, los responsables de los animales decidieron prohibir su asistencia al lugar porque el ‘vínculo humano’ con el chimpancé le estaba creando afectaciones a Chita en el relacionamiento con sus pares.

“Amo a ese animal y él me ama a mí. No tengo nada más. ¿Por qué quieren quitar eso?”, dijo Timmermans entre lágrimas a las cámaras de ‘ATV’, un canal informativo belga.

De acuerdo con Sara Lafaut, trabajadora del zoológico, la permanente presencia de la mujer estaba haciendo que el mandril fuese aislado por los otros miembros de la especie.

“Cuando Chita está constantemente rodeada de visitantes, los otros animales lo ignoran y no lo consideran parte del grupo”, declaró.

“Otras docenas de visitantes vienen y pueden hacer contacto con él. Entonces, ¿por qué no yo?”, inquirió la castigada durante la entrevista.

¿Qué dicen los expertos?

Aunque se suele hablar de los beneficios que traen los animales para las personas, poco se suele contar que ellos podrían verse afectados por su excesiva compañía humana.

Al respecto, un estudio publicado por la revista científica ‘PeerJ’, en 2014, firmado por los doctores estadounidenses Hani Freeman y Steve Ross, demostró que cuando los chimpancés son criados por humanos muestran “una menor frecuencia de comportamiento sexual y de aseo en el futuro, lo que puede influir en la dinámica social dentro de los grupos” de su misma especie.