Estados Unidos cerró este domingo su frontera con México en la ciudad texana Del Río, en un intento por frenar la entrada de miles de migrantes haitianos a su territorio al tiempo que inició su deportación hacia la nación caribeña.
Casi una veintena de vehículos del Departamento de Seguridad Pública de Texas se estacionaron en el puente y el río de la localidad texana, donde desde hace tres semanas los migrantes están cruzando por Ciudad Acuña, Coahuila.
Los agentes colocaron cinta amarilla para impedir el paso hacia una represa que los haitianos estaban usando para cruzar hacia territorio estadunidense.
Al mismo tiempo, las autoridades de EU empezaron a repatriar este domingo a algunos de los miles de haitianos que estaban retenidos en un campamento improvisado bajo un puente en la localidad de Del Río, en el sur de Texas.
De acuerdo con varios agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU contactados por EFE, ayer salieron tres vuelos desde Texas en dirección a Haití con “decenas” de nacionales de ese país caribeño.
Concretamente, dos vuelos salieron del aeropuerto de la ciudad de San Antonio, y otro de la fronteriza Laredo.
Por su parte, Reuters distribuyó fotos de haitianos en Del Río subiendo a aviones de la oficina de Guardacostas estadunidense.
De acuerdo con la agencia AP, se contemplan entre dos a ocho vuelos de repatriación por día dependiendo de la capacidad operacional y la aprobación de los aterrizajes por parte del gobierno haitiano.
En los últimos días, unos 13 mil migrantes, en su mayoría haitianos, estaban acampando debajo del puente internacional que une Ciudad Acuña y Del Río.
Muchos de los migrantes llevan años viviendo en Latinoamérica, pero están ahora pidiendo asilo en Estados Unidos, al desaparecer las oportunidades económicas en Brasil y otras naciones de la región.
Muchos de los han dicho que no se dejarán cohibir por las acciones migratorias estadunidenses.
Otros afirman que no pueden regresar a Haití debido a la inestabilidad en el país tras el reciente sismo y el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Varios profesores han abandonado las escuelas, universitarios los estudios y los médicos los hospitales para rehacer su vida en otro lugar.
Los migrantes han estado cruzando desde el pasado martes a EU y han desbordado a las autoridades migratorias, que improvisaron el campamento a la espera de ir gestionando sus solicitudes de asilo.
Para hacer frente a esta situación, la CBP envió a unos 400 agentes y funcionarios adicionales al sector de Del Río con el objetivo de gestionar esas solicitudes con mayor velocidad.
Los indocumentados están durmiendo a la intemperie y carecen de servicios básicos, unas condiciones que han creado una nueva emergencia humanitaria en la frontera con México.
La oposición republicana señala como responsable de la situación en la frontera al presidente estadunidense, Joe Biden, que este viernes ordenó el cierre temporal de los puentes fronterizos en Del Río.
EU también clausuró un segundo puente fronterizo, llamado Presa la Amistad, localizado en las afueras de la ciudad.
Washington ordenó derivar todo el tráfico que normalmente pasa por estos dos puentes al cruce en Eagle Pass, fronterizo con Piedras Negras, Coahuila, a casi 100 kilómetros al este de Del Río.
Por su parte, el primer ministro haitiano Ariel Henry escribió este domingo en Twitter que le preocupan las condiciones sanitarias en el campamento, y que sus connacionales serán bienvenidos al regresar.
“Renovamos nuestra plena #solidaridad con ellos, queremos asegurarles que ya se están haciendo los arreglos para darles una mejor acogida cuando regresen al país y que no se quedarán atrás.
“Debemos unirnos para darle al país una oportunidad para que nuestros hermanos y hermanas no sigan soportando este tipo de humillaciones”, agregó.
Gastaron hasta 10 mil dólares
Un total de 208 haitianos que intentaban entrar ilegalmente a Estados Unidos fueron devueltos este domingo a Haití, informó a Efe una fuente oficial del Gobierno.
De los tres vuelos previstos para este domingo ya han llegado dos, declaró Jean Négot Bonheur Delva, coordinador de la Oficina Nacional de Migración.
Según el funcionario, todos los vuelos deberían traer 145 pasajeros, pero recibió 98 personas en el primer vuelo y 110 en el segundo.
Eran mujeres con bebés en las manos, familias completas, jóvenes enfadados ocultando sus rostros para escapar de las cámaras al bajar de los aviones.
“Me gasté unos 10 mil dólares para hacer el viaje desde Chile hasta EU. Y tal vez más”, dijo un deportado a un medio local sobre su largo viaje para intentar ingresar a Estados Unidos.
El hombre, que no dijo su nombre, calificó de “muy difícil” lo vivido.
“Pasamos cuatro días en la cárcel de Estados Unidos sin lavarnos los dientes ni comer”, afirmó.
Aunque “todo el mundo sueña con vivir en Estados Unidos” su idea era llegar hasta Canadá. “No voy a esperar una semana para volver. Vuelvo a Chile, donde tengo la residencia permanente. No puedo quedarme aquí”, añadió.