De cuartel del Estado Mayor Presidencial a Museo del Maíz

El antiguo Molino del Rey de Los Pinos es a partir de este miércoles el Cencalli, o Casa del Maíz y la Cultura Alimentaria.

Después de un año de trabajos para acondicionarlo para su nuevo uso, los cuatro pisos y ocho salas de esta construcción del siglo 16, antes ocupada por el Estado Mayor Presidencial, estarán consagrados al primer cultivo en el mundo, y grano que da identidad a México.

De acuerdo con la Secretaría de Cultura (SC), la inversión de 60 millones de pesos incluyó la restauración y remodelación del edificio y sus plazas, además de equipamiento y museografía.

El espacio es parte del proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, y estará dirigido por la antropóloga Dulce Espinosa.

Más de 80 artesanos y productores del País participarán en la apertura del Cencalli, en el marco del Día Nacional del Maíz. Una jornada en que se celebra a San Miguel, protector de la milpa, en casi todo México, y cuando los pueblos indígenas y campesinos hacen el levantamiento de las primeras siembras, convidando a una elotiza, según recuerda en entrevista el poeta Mardonio Carballo, titular de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la SC, dependencia que participa en la concepción del recinto.

La Casa del Maíz, añade, además de estar dedicada al grano y a la cultura alimentaria mexicana, también se ocupará del bien comer a partir de la dieta mesoamericana.

Aunque la inauguración oficial será a las 17:30 horas, desde las 11:00 habrá una programación artístico-musical, al tiempo que se montará un mercado de productores y artesanías, mientras que, hacia el final de la jornada, se ofrecerá una degustación de alimentos derivados del grano, desde elotes frescos y tortillas hasta esquites, tlacoyos, tamales, pinole y atole.

Tlaxcala será el primer Estado invitado al Cencalli, honor que rotará entre las entidades de la República.

En el arranque, pequeños productores, tanto tlaxcaltecas como del Valle de México, ofrecerán sus productos, en venta directa, en el espacio denominado Solar. Serán subsidiados por las autoridades para poder ofrecerlos a mejores precios, adelanta Carballo.

Dicho mercado se acompañará de actividades en torno a la cultura alimentaria y, en principio, se organizará dos fines de semana al mes.

«Nunca antes como ahora, con la pandemia, nos hemos dado cuenta que la alimentación es importantísima», asienta Carballo. «La cultura de maíz en México y Mesoamérica también pone de manifiesto la necesidad de cambiar hábitos alimenticios y de encontrar en las dietas mesoamericanas una posibilidad de contrarrestar estas enfermedades que se han vuelto cómplices del Covid-19».

En el programa musical de la jornada inaugural, preparada por la SC, figuran exponentes como la Marimba Tanguyú, Natalia Cruz y La Banda, además del son huasteco de Las Palomitas Serranas y el son jarocho de Patricio Hidalgo, así como pirekuas de Michoacán y música del carnaval de Tlaxcala.

Con guion curatorial de la investigadora Cristina Barros e intervención arquitectónica coordinada por Oscar Hagerman, en las ocho salas del Cencalli se abordarán: la domesticación y diversidad del maíz, la milpa y otros sistemas de siembras mesoamericanas, la nixtamalización, la cocina, el valor simbólico del grano, su presencia en el mundo y el futuro de su cultivo.

«Al maíz se le canta, se le baila, se le muele, se le cuece, se le hierve y, al final, nos da vida», sentencia Carballo. «El Cencalli es la Casa del Maíz, de la cultura alimentaria y de la esperanza».

Con información de Reforma