Víctor Hugo Moreno
Ser pintor en las alturas es de alto riesgo, comenta Julián Méndez con una experiencia de 25 años pintando desde casas de 5 metros de altura hasta edificios de más de 10 metros de altura.
“Durante mi experiencia como pintor a lo largo de años pintando solo he sufrido una sola caída de 6 metros de altura pintando una casa”, expresa.
“Hay lugares que son de alto riesgo en donde debemos de sujetarnos bien con una cuerda en la cintura”, añade.
“Como puedes observar aquí estamos trabajando en la iglesia de la Catedral en donde ya llevamos más de 3 semana pintando esta iglesia; nos turnamos para subirnos ya que el aire y el sol pega mucho arriba cuando estamos pintando”, destaca.
Añade: “Durante la pandemia yo tenía dos trabajos pero mis jefes me dijeron que ya no siguiera porque ya no había ingresos para seguirnos pagando”.
“Yo la pintada de casa la cobro de 450 pesos a 500 dependiendo los pisos que tenga”, añade.
“Estar pintando la Iglesia de la Catedral siente uno la adrenalina a pesar de que ya he estado en las alturas, el miedo siempre va existir”.
“Ya estando en el lugar, ya va agarrando uno confianza; en la iglesia ya llevamos casi el mes pintando; yo empiezo a trabajar de 8 de la mañana a 6 de la tarde, de lunes a sábado.
