OTRA VEZ… HUAYA MÁGICO

Pablo Jair Ortega / Enviado

Huayacocotla, Ver.- Es la segunda vez que vengo a Huayacocotla, un asentamiento antiguo que data de los 1600 y es una de las zonas más frías de Veracruz.

De hecho, el clima es muy parecido al de Perote o Xico (con niebla y toda la cosa), y por la medianoche lo confirmamos cuando se soltó la tormenta y la fuerte lluvia nos obligó a ir a la trastienda de Don Jesús Licona, habilitada como cantina, la más antigua del lugar, justo atrás del mercado municipal.

Empezamos sobre la banqueta, porque aquí no hay problema si uno dispone de tomarse un alipús en plena calle. Tanto así que tres policías municipales llegan a la tienda de Don Jesús y compran algunos abarrotes y pan. Como si nada, nos saludan y se despiden.

La lluvia comienza a arreciar. Un vato que dice ser del estado de Puebla, anda con sus imágenes de la Virgen María y San Judas a cuestas; pide permiso, medio beodo, que se le deje “atajar” (resguardarse) del aguacero, pero finalmente se va para perderse en la oscuridad de la lluvia y la noche.

La tienda de Don Jesús recuerda mucho a esas antiguas y estereotipadas en cine mexicano antiguo, con el mostrador grande y donde se vende de todo: abarrotes, herramientas, licores. Ahí nos dan preparados de fruta y hierbas: la morita, el maracuyá, la ruda, chelas y licor de café.

En una parte alta de su local tiene una foto del presidente Andrés Manuel López Obrador con un pequeño texto: “Yo te admiro porque nunca te diste por vencido. Te calumniaron. Te ofendieron. Te robaron. Hicieron todo lo posible para que no llegaras. Pero aquí estás, de pie, señor Presidente”.

Y sí, se declaran como seguidores de López Obrador, a quien le reconocen que es el primer Presidente que visita Huayacocotla y que en anteriores ocasiones ha venido desde que fue dirigente nacional del PRD. Incluso, llegó a convivir a la cantina.

La neta nos merecíamos un trago después de resolver —caminando por largo rato— el tema de cómo mandar material a Xalapa porque aquí el bendito internet es escaso y apenas permite mandar mensajes o correos pequeños (foto y video es difícil). Parece mentira, pero haga de cuenta que es como Cuba, donde todo es por fichas que duran una hora y tienen un alcance limitado.

Nos dicen en la plática de trastienda que Huayacocotla es una zona gallera de renombre, y hasta el famoso cantante Vicente Fernández los tiene siempre presente por su tradición de cría de gallos de pelea. Don Jesús nos platica de su padre Ángel Licona Vargas, quien fundó un partido (una especie de cuadrilla) llamado “5 de Mayo”, donde se reunían los galleros.

Pero ahora en el estado de Veracruz las peleas de gallos están prohibidas, por lo que nada más crían a los plumíferos y los llevan a otros estados donde se permite estos eventos.

Nos cuentan que la iglesia fue creada por la esposa del Conde de Regla, quien poco después de la conquista tenía un extenso territorio que abarcaba desde lo que hoy es el estado de Hidalgo. Su mujer buscaba tener un retiro espiritual y descubrió la meseta donde está asentado hoy Huayacocotla. Ahí decidió fundar el templo de San Pedro Apóstol y ordenó que no se hablara náhuatl, comenzando la evangelización e introducción de la lengua española en la región.

De hecho, Huayacocotla tiene más una relación económica con el estado de Hidalgo, que con Veracruz. Para ellos un hospital más cercano está en ese estado vecino.

Y hay que decirlo: los accesos a la ciudad están totalmente destrozados, tanto del lado del vecino estado como en territorio jarocho, y no por nada se quejan del rezago histórico.

Se ven entusiasmados por la visita del Presidente y esperan que puedan saludarlo.

Por lo pronto, el alcalde de aquí, Juan Enrique Lemus Salazar, proveniente de la alianza PRI-PAN-PRD (hermano del anterior; con esa mala costumbre huasteca, y de otros lados, de heredarse los cargos entre familiares) ya es amigo de la 4T y hasta dio una comilona de barbacoa a funcionarios como bienvenida. Cuestiones de la marrana política.

Huaya amanece frío este sábado que llega AMLO desde Puebla, donde pernoctó. Fueron cerca de 6 horas de viaje desde Xalapa, con esa ruta donde se tiene que salir de Veracruz para ir al poblano estado, luego a Tlaxcala, entrar a Hidalgo y finalmente terminar nuevamente en Veracruz.

Hace algunos años este lugar (por sus limitantes, lejanía y clima frío) era como el lugar a donde se enviaba a castigados a funcionarios rebeldes o que no comulgaban con el hombre de poder en turno, pero hay gente que ha preferido quedarse aquí precisamente por la tranquilidad pasmosa, el clima boscoso y el ambiente de paz que se respira en un pueblo que tiene mucha historia por contar.