A 60 días de su inicio, Estados Unidos orquestará un boicot diplomático a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing en protesta a los abusos de los derechos humanos del gobierno chino, confirmó el lunes la Casa Blanca. Poco antes, China amenazó con tomar “firmes contramedidas”.
“La representación diplomática u oficial de Estados Unidos trataría estos juegos como si fueran negocios habituales ante los atroces abusos y atrocidades de los derechos humanos de la República Popular China en Xinjiang, y simplemente no podíamos hacer eso”, dijo la secretaria de prensa de prensa Jen Psaki en su comparecencia del lunes. Aclaró que los atletas del país competirán y tendrán “todo nuestro apoyo”, pero añadió que “no vamos a contribuir a la fanfarria de estos juegos”.
“Tenemos un compromiso fundamental en el fomento de los derechos humanos. Y estamos firmes con nuestra posición y continuaremos tomando medidas para promover los derechos humanos en China y otras partes”, añadió Psaki.
El presidente Joe Biden tiene previsto ser anfitrión esta semana de una Cumbre por la Democracia, un encuentro virtual de líderes y expertos de la sociedad civil de más de 100 países entre el jueves y viernes. El gobierno de Estados Unidos ha dicho que Biden quiere aprovechar el cónclave “para anunciar compromisos individuales y colectivos, reformas e iniciativas para defender los derechos humanos en el país y en el exterior.
Por su parte, el vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian dijo que el boicot sería una “provocación política directa”, aunque no dio detalles sobre cómo respondería China.
Defensores de los derechos humanos y legisladores en Estados Unidos afirman que China utiliza los juegos para blanquear su maltrato a activistas de derechos civiles, disidentes políticos y minorías étnicas.
Beijing ha respondido con dureza a todas las críticas estadounidenses, que tacha de intromisiones en sus asuntos internos, y ha vetado a políticos estadounidenses a los que considera hostiles.
No estaba claro a quién podría haber enviado Estados Unidos a los juegos de Beijing, y los comentarios de Zhao parecían indicar que Beijing no ha enviado invitaciones.
Australia, cuya relación con China se ha agriado por varias disputas, también ha planteado la posibilidad de un boicot diplomático.