Luego del ataque armado en contra de la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social en Chetumal, perpetrado el pasado 9 de diciembre, empleados de la delegación Veracruz Sur con sede en Orizaba, alertan de un posible atentado similar debido a que uno o más integrantes del cuerpo de gobierno tendrían vínculos y hasta «deudas pendientes» con el crimen organizado.
Mientras en otras entidades del país como Nuevo León, delegados del IMSS reconocen sin tapujos que el crimen organizado los ha infiltrado, en Veracruz Sur algunos jefes de departamento presuntamente les habrían abierto las puertas a la delincuencia organizada para que opere desde dentro.
Trabajadores del IMSS, quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias y/o atentados contra su vida o la de familiares enviaron una carta a Versiones.com.mx donde señalan que un altísimo funcionario de Recursos Humanos en la delegación Sur del IMSS, de apellido de ascendencia italiana, presuntamente encabeza una red de venta de plazas de confianza, cuyos costos oscilarían entre los 100 y 200 mil pesos.
Aseguran que «alcoholizado y drogado, este alto funcionario de Recursos Humanos hace arreglos en antros de mala muerte y promete a criminales plazas en las áreas administrativa, financiera, de mantenimiento, abasto, farmacia y otras sustantivas, a donde se infiltran los delincuentes para obtener información valiosa que ellos usan para cometer extorsiones y secuestros de médicos, robo y tráfico de medicamentos, otros valores, así como datos de personas que cobran sus pensiones o jubilaciones y de empresas con rezagos a las que también acosan y chantajean».
Los quejosos afirman que este funcionario no opera solo y que también forman parte de esta red de corrupción un hijo del líder regional de la CROM, así como líderes de la sección IV del SNTSS Veracruz Sur.
A través de redes sociales y grupos internos de WhatsApp, entre los empleados del seguro social se lamentan que a pesar de que existen muchas quejas al respecto y ya es un secreto a voces, “ningún alto mando tiene los tamaños para tomar al toro por los cuernos y destituirlos”, mientras que el alto funcionario de recursos humanos y sus cómplices se estarían llenando los bolsillos de dinero.
Uno de los informantes asegura que la sangre puede correr en la delegación Veracruz Sur del IMSS porque «la mafia está molesta» ya que el funcionario de Recursos Humanos ofreció varias plazas cuando estuvo como encargado de despacho tras la repentina partida de la delegada Célida Duque Molina, pero las cosas se le complicaron y no cumplió lo pactado, lo malo es que al parecer ya había recibido dinero por adelantado y ahora muy de cerca les siguen los pasos, los vigilan y en cualquier momento podrían llegar hasta sus oficinas para levantarlos a punta de metralleta y algo así podría resultar muy trágico, porque muchas personas podrían resultar heridas o muertas como daño colateral y todo eso se puede evitar tomando medidas a tiempo.
Y dicen «les» porque otro al que el crimen organizado vigila de cerca por el mismo tema de la venta de plazas es al «junior» Hernández, de la CROM, al que también podrían darle un escarmiento «para que sirva de ejemplo que con la delincuencia organizada no se juega», comentó la fuente anónima.
Aseguran también que Lombardini no resistiría una investigación por parte de la Secretaría de la Función Pública y de la Fiscalía General de la República, porque no concuerdan sus ingresos con el desmedido derroche de dinero que realiza en alcohol, sustancias prohibidas, trabajadores sexuales, cuentas de restaurantes, viajes, ropa y joyas.
Por todo lo anterior, existe el temor fundado de que pudiera ocurrir un atentado en esa delegación del IMSS, pues se ha detectado a sujetos de mala calaña que ya le siguen los pasos al alto funcionario de Recursos Humanos y a Hernández.
Refieren que el riesgo es inminente después de lo ocurrido en Chetumal hace unas semanas.
Concluyen los denunciantes anónimos que no es extraño que la delincuencia organizada infiltre al IMSS en Veracruz, pues ya lo hizo en otras entidades del país donde llegaron para cometer desde dentro, robo de medicamentos, pseudo efedrina y secuestros exprés con la información confidencial que obtienen haciéndose pasar por trabajadores.