Un tribunal federal revocó la prisión preventiva justificada e instruyó la libertad de Emilio Lozoya en el proceso por lavado de dinero que tiene abierto por el Caso Agronitrogenados, aunque de momento no puede abandonar el Reclusorio Norte porque está privado de la libertad por el Caso Odebrecht.
De acuerdo con informes judiciales, la magistrada Gabriela Guadalupe Rodríguez Escobar, titular del Primer Tribunal Unitario Penal en la Ciudad de México, dejó sin efecto la prisión preventiva que le impuso el 10 de noviembre pasado el juez Artemio Zúñiga Mendoza e instruyó fijarle nuevamente las medidas cautelares a las que previamente estaba sometido.
Es decir, debe llevar su proceso en libertad provisional bajo tres condiciones: el uso de un brazalete electrónico, la firma quincenal ante la Unidad de Medidas Cautelares, y el retiro de la visa y el pasaporte.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) anunció este sábado que presentará una demanda de amparo contra el fallo de la magistrada, dado que la Fiscalía General de la República legalmente ya no está autorizada para impugnar sentencias de apelación.
“Al respecto, la UIF de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en su carácter de parte ofendida en el proceso penal, presentó este viernes 21 de enero una demanda de juicio de amparo para que sea revisada la constitucionalidad de dicha resolución y solicitó la suspensión de sus efectos a fin de evitar una obstrucción en la continuidad de los procesos”, dijo la unidad especial.
El fallo fue dictado el jueves por la magistrada Rodríguez y notificado ayer viernes a las partes y el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, donde ya se cumplió con la formalidad de acatar la orden del tribunal.
Aunque es la primera victoria jurídica que obtiene Lozoya desde que fue extraditado a México y lo acerca a su libertad de nueva cuenta, esta sentencia no puede ejecutarse porque el procesado aún no puede salir de prisión.
La razón es que el ex funcionario está sujeto a la prisión preventiva justificada en el proceso por lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa que tiene en curso por el Caso Odebrecht. Si consigue que otro magistrado revoque la medida cautelar en este procedimiento, entonces sí dejará el Reclusorio Norte, donde lleva poco más de dos meses y medio internado.
Lozoya está en la cárcel porque la FGR solicitó que le cambiaran las medidas cautelares de su libertad provisional, luego que fuera fotografiado en el restaurante Hunan de las Lomas y de que el Presidente Andrés López Obrador reaccionara con un cuestionamiento a dicha exposición pública, misma que el ex funcionario no tenía prohibida.
En el caso Agronitrogenados, la Fiscalía imputa al ex funcionario haber cobrado un supuesto soborno de 3.4 millones de dólares, a cambio de que Pemex comprara a AHMSA la planta “chatarra” del complejo de Pajaritos, Veracruz.
Estos pagos se los hizo AHMSA en 2012 antes de que Lozoya fuera nombrado en el cargo como director de la petrolera, como honorarios por dos contratos de consultoría inmobiliaria, uno relacionado con el Tren Interurbano México-Toluca y otro por un proyecto ferroviario en Coahuila, pagados por la empresa de Ancira.
El 3 de noviembre Lozoya compareció por su propio pie al centro de justicia y ya no volvió a ver la calle, porque ese día el juez Zúñiga le dictó la prisión justificada en el Reclusorio Norte por el Caso Odebrecht. Siete días después, el juez hizo lo propio con el Caso Agronitrogenados.