Del anecdotario de la política jarocha:
Era como enero o febrero de 2004. Miguel Alemán Velazco, a la sazón gobernador de Veracruz, realizó de última hora una reunión en la Cuenca del Papaloapan, muy cerca de Nopaltepec, congregación perteneciente a Cosamaloapan, y el terruño que vio nacer a aquel niño que vendía longaniza y dulce de coco, casa por casa, y que a la postre se convirtió en el sucesor de MAV.
Pues resulta que al enterarse de la gira de manera extraoficial el diputado federal por el distrito de Cosamaloapan, Tomás Carrillo, preguntó muy temprano por qué no había sido invitado al evento, a lo que de manera muy comedida y respetuosa, los colaboradores de don Miguel le explicaron que todo se había armado la noche anterior, y que por eso no había dado tiempo de convocar a todos los funcionarios de todos los órganos de gobierno y a todos los representantes populares.
Tomás, que se encontraba en una zona distante de la Cuenca del Papaloapan, pidió apoyo del gobierno estatal para trasladarse. Le proporcionaron un helicóptero.
-¿Puedo llevar a otros dos amigos?
-“Claro, adelante”, le dijo el funcionario alemanista.
Y los otros dos pasajeros eran el entonces senador Fidel Herrera Beltrán y un empresario periodístico (ex funcionario de Sefiplan).
Cuando el helicóptero iba descendiendo cerca de Nopaltepec, desde arriba se alcanzaba a ver un enorme anuncio espectacular de Tomás Ruiz, ex director de Banobras y fuerte aspirante a la gubernatura.
Ya en la ceremonia oficial, Miguel Alemán escribió en una tarjeta, y pidió a un auxiliar: “pásasela al Senador”. (No había whatsapp en esa época).
Tío Fide recibió la tarjeta, pero anotó algo al reverso, y pidió devolverla a don Miguel.
En el anverso, la tarjeta decía: “Fidel, ¿ya viste el espectacular de Tomás entrando a Nopaltepec?”.
Y en la parte de atrás, el legislador reviró: “sí, lo vi, pero ese espectacular se vería mejor en Yucatán, de donde es originario Tomás… jajajajajajajajaja”. (José Ortiz; En corto… sin cortes)
