José Ortiz Medina
La que se defendió como gato panza arriba fue la alcaldesa de Alvarado, Lizette Álvarez Vera.
Pero al “aclarar” los señalamientos en su contra a través de un video que subió a las redes sociales, se vio irrespetuosa y hasta un poco agresiva con quien manda en el estado.
Porque el tono y las palabras usadas en el video de referencia suenan más a “desmentir” al Gobernador, que realmente a aclarar las situaciones en las que se ha visto involucrada.
Incluso, en tono socarrón la munícipe “invitó” a Cuitláhuac García ir a Alvarado “para que sienta el cariño de la gente”. Pues el “cariño” de la gente de ese municipio el gobernador ya lo tiene, y prueba de ello es que con el voto popular en los pasados comicios, a manera de referéndum popular, los alvaradeños le dieron un voto de confianza a la Cuarta Transformación de la que –obvio- forma parte el mandatario estatal.
Asimismo, la edil pide al Gobernador “trabajar juntos”, como dando a entender que no hay colaboración de parte del gobierno estatal hacia el ayuntamiento, cuando es todo lo contrario: el Gobernador ha dicho en reiteradas ocasiones que hay y habrá apoyo a Alvarado, al igual que a los 211 municipios restantes, independientemente de filiaciones partidistas.
Mal, muy mal la alcaldesa. Mal asesorada por Javier Herrera Borunda y su pandilla. La presidenta municipal, entre más se mueve para “aclarar”, más se hunde en estas arenas movedizas del sospechosismo derivado por presuntos vínculos con delincuencia organizada, y las grillas que estaría patrocinando para desestabilizar académica y políticamente al Tecnológico de Alvarado.
Lo que debería hacer la alcaldesa alvaradeña sería cooperar con la investigación que ayer anunció el Gobernador sobre los hechos que provocaron la toma del Tec de Alvarado, pero aún más, responder de manera fehaciente y convincente a las averiguaciones que siguen en curso en la Fiscalía General del Estado por sus presuntos nexos con la “maña”.
Una vez que al interior de la comisión investigadora sobre el caso del Tecnológico y en la carpeta de investigación que abrió la FGE en su contra, la munícipe convenza con pruebas contundentes, sólo así le creeremos a Lizzete. De lo contrario, seguirá inmersa en el sospechosismo, que cada vez la hace parecerse aún más a Sarita “con Zeta”, la ex edil alvaradeña presa desde hace años, y quien le abrió las puertas de Palacio Municipal a toda la malandrada de esa zona, lo cual culminó en el ominoso homicidio de quien fue su secretario particular, quien un día quiso salirse de la mafia pero la ex alcaldesa prefirió “silenciarlo”.
