Raimundo Rubio
En días pasados, volvió a arreciar una campaña mediática en contra de los líderes del Partido Revolucionario Institucional en Veracruz, denostando de manera infame a su actual dirigencia, por SUPUESTOS actos indebidos en el manejo de las finanzas y el incumplimiento con la base trabajadora respecto al pago de los salarios; dicha campaña, fue orquestada a través de plumas camaleónicas, de esas que un día defienden a uno y atacan a otro y viceversa, incongruentes pues. Pero todo al final, no quedó más que en humo y ruido mediático.
A principio de año, por causas totalmente ajenas a la dirigencia, por unos días no fue cubierto el salario a los trabajadores del partido, sin embargo, Marlon Ramírez Marín, salió a dar la cara, a exponer de manera real y precisa la situación, lo que resulta significativo en tiempos tan difíciles; finalmente, los primeros días de febrero quedó resuelto el asunto.
Los textos mediante los que se atacaba directamente a la dirigencia, no eran más que párrafos copiados de manera íntegra, es decir, hasta quienes supuestamente los escribieron quedaron en evidencia porque no se esforzaron en redactar, y obviamente mucho menos en investigar con fuentes directas, ¡de pena ajena caray!
Sin embargo, es muy conocido, que los recursos públicos de las prerrogativas son los más vigilados, auditados, vistos, revisados y fiscalizados por la autoridad electoral; de todos es sabido lo exigente que es el ente en esta materia, diríase coloquialmente: se revisa con lupa cada peso gastado, por lo que es literalmente imposible desviar para otra cosa el dinero que no sea para cubrir estrictamente los salarios y algunas actividades propias del partido; cabe destacar la labor del área de Contraloría, que ha logrado un gran trabajo en esta materia; su titular actual, tiene ganado un importante prestigio por la labor que realiza, no hay multas ni señalamientos graves.
Por eso hacemos mención de los “arcontes”, esos seres malignos citados en el gnosticismo, que lo único que buscan es destruir; no aportan nada, únicamente criticar sin fundamento y socavar a una institución que está en proceso de reconstrucción.
Ha quedado de manifiesto la labor de Marlon y su equipo; sin apartarnos de la objetividad, es evidente como en la época más complicada del partido, han salido adelante, siendo oposición y casi sin recursos, mantienen a este instituto político en la pelea, VIVO, con proyecto y con visión de cara al próximo proceso electoral y fundamentalmente, aunque les duela a los arcontes, cumpliendo a cabalidad con su base trabajadora.
Ya aclaró el Presidente que no hay tal auditoría que evidenciara supuestas faltas, pues al final se trata de revisiones o supervisiones ordinarias que se llevan a cabo comúnmente, y tal cual lo dijo recientemente en conferencia de prensa, al ser entrevistado por representantes de los medios de comunicación: “todos los que están recibiendo una percepción, hacen algo por el partido. No todos cargan sillas, no todos hacen oficios, no todos manejan un auto, no todos hacen operación política, unos asesoran, otros diseñan, unos construyen, otros dibujan…”
La realidad es esa, “nadie sabe el fondo de la olla más que la cuchara”, ¿acaso quienes escribieron esos textos asegurando tales desastres financieros acudieron a entrevistar a alguno de los empleados, a aquellos que acudimos diariamente a nuestra oficina o cumplimos las funciones encomendadas en territorio?
Aseguro lo que vivo diariamente, porque obtengo una remuneración por mi trabajo en el partido, tengo argumentos y la información certera porque soy parte de la plantilla laboral, y no soy como aquellos que atacan en el anonimato a la dirigencia, sin tener el valor de dar la cara y de escribir sus nombres como yo lo hago al firmar este texto.
El tiempo nos dirá si tenían razón o no esos que se escudan en correos electrónicos y publicaciones anónimas, pero mientras eso sucede, seguimos trabajando, de pie y con sencillez y humildad como dice el dirigente Marlon.