John Shaw, teniente general y jefe adjunto del Comando Espacial de EU, confirmó que en el año 2014 un objeto interestelar explotó sobre la Tierra, según un memorando firmado el 1 de marzo que fue difundido el jueves de la semana pasada.
Un artículo titulado ‘Descubrimiento de un meteorito de origen interestelar’ y escrito por el Dr. Amir Siraj y el Dr. Abraham Loeb, del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard indica que en ese momento se informó que con un 99 % de probabilidades el meteoro se originó en una órbita hiperbólica no consolidada, definida como espacio interestelar.
Es decir, se detallo que este evento fue 3 años antes al fenómeno Oumuamua, que fue un cuerpo cósmico descubierto en Hawái en el año 2017 que hasta ahora se consideraba el primer objeto interestelar conocido de nuestro sistema solar.
Posteriormente el Dr. Joel Mozer, científico jefe del Comando de Operaciones Espaciales revisó el análisis de datos adicionales sobre este suceso disponible en el Departamento de Defensa estadounidense.
Con lo que el Dr. Mozer confirmó que la estimación de velocidad informada a la NASA es lo suficientemente precisa como para indicar una trayectoria interestelar.
Mientras que el teniente general del Comando Espacial de EU, John Shaw, confirmó que las palabras del Dr. Mozer ayudaron a la comunidad astronómica en general, pues integra sensores y datos para detectar y defenderse de las amenazas planetarias.
¿Cómo es el meteoro de origen interestelar?
Un estudio enviado a la revista The Astrophysical Journal Letters afirmó una bola de fuego que cinco años atrás había iluminado el cielo sobre el Pacífico Sur, este fenómeno podía tratarse del primer meteoro de origen interestelar jamás detectado.
Los investigadores identificaron un meteoro de origen interestelar de aproximadamente 0.9 metros de ancho detectado el 8 de enero de 2014 a una altura de 18.7 kilómetros sobre un punto cercano a la isla Manus de Papúa Nueva Guinea, en Oceanía.
Se estima que la velocidad del meteoro de origen interestelar haya sido de alrededor de 216 mil kilómetros por hora y su trayectoria llegó desde el interior profundo de un sistema planetario o de una estrella en el disco de la Vía Láctea.