Opinión | TRABAJA EN ALGO QUE AMES, Y NO LO VERÁS COMO UN TRABAJO

Por Roberto López Barradas

El reconocido pensador chino Confucio dijo “Elige un trabajo que ames, y no tendrás que trabajar un día en tu vida”, es decir, trabaja en algo que ames, y no lo verás como un trabajo; Steven Paul Jobs, mejor conocido como Steve Jobs, empresario prominente del sector informático y de la industria del entretenimiento estadounidense, cofundador y presidente ejecutivo de Apple, dijo: la única manera de hacer un trabajo excelente es hacer lo que amas; y otra frase que vi en internet decía: trabajar duro por algo que no nos interesa se llama estrés, trabajar duro por algo que amamos se llama pasión.

Ustedes creen, que los artistas como los actores, cantantes, pintores, músicos famosos, trabajen sólo por dinero, yo creo que no; o los deportistas como Cristiano Ronaldo o Messi, lo hagan por sus jugosas ganancias, tampoco, más bien creo que hacen algo que disfrutan mucho, que día a día se esfuerzan por ser mejores, y encima de ello, les pagan, ¡Que afortunados son!

Yo provengo de una familia de gran tradición musical, mi bisabuelo paterno era músico, mi abuelo Roberto cantaba y tocaba la guitarra, mi abuela Nohemí cantaba, sus hermanos también cantaban, incluso tenían un trío formado por los hermanos Oliva Oswaldo, Héctor y su esposa mi tía Laura, además, Héctor y Laurita fueron cantantes de la Orquesta de Música Popular de la Universidad Veracruzana y mi tío Valo (Oswaldo) fue director de la Orquesta de Salsa, también de la U.V., y mi papá con sus hermanos Gil y Rosario, formaron un grupo musical en la década de los 80’s que se llama “ La Manzana de Cristal” llegando a grabar 8 discos LP; entonces como podrán darse cuenta, crecí con el sueño de convertirme en músico igual que ellos.

Desde niño soñaba con tocar la batería, cuando tenía 8 o 9 años, rompía muchas cajas, cubetas y todo tipo de artículos que parecieran tambores, mi papá me regalaba las baquetas viejas de su grupo, las cuales atesoraba como parte de mis anhelos; después, un poco más grande, con la estatura suficiente para alcanzar los pedales sentado en el banco, empecé a aprender a tocar como se debe, para sorpresa de mi padre, a los 14 años, ya tocaba, lo había logrado. Tuve la oportunidad de tocar en su grupo y después en algunas discos y restaurant-bar de la ciudad de Xalapa por muchos años, durante casi toda la época de estudios de la preparatoria y la facultad de derecho.

Lo que quiero compartirles, es que cuando toqué las primeras veces en un evento y posteriormente en una disco 4 noches de la semana, cada mes y por un periodo de 6 años aproximadamente, en un principio no pensaba en recibir un pago, yo quería estar en el escenario, ver mi sueño hecho realidad; entonces descubrí que además de hacer algo que amaba, disfrutaba y me esmeraba por hacerlo cada vez mejor, aunado a estar en la fiesta cada fin de semana, encima de ello, me pagaban, uff que dicha más completa, trabajar en lo que más me gustaba hacer, en realidad no lo veía como un trabajo, era mi pasión materializada. Ahora reconozco que es un don que recibí de Dios, que al igual que muchas personas, somos bendecidos con talentos.

El autor Rick Warren en su libro “Una vida con propósito” comenta, que todas las personas nacemos con dones y talentos específicos, los cuales debemos poner al servicio de los demás y que es nuestra responsabilidad descubrir cuales son y para que nos fueron dados, que todo tiene un propósito de Dios para nuestra vida, que debemos pedirle que nos muestre cuáles son sus planes, porque de lo contrario no estamos viviendo, déjeme decirle, estamos sobreviviendo; estoy seguro, de que desarrollando eso dones y talentos, podemos vivir haciendo algo que nos llene de gozo, sin verlo como un trabajo en sí. Gracias Dios por tus bendiciones, por la oportunidad de escribir éstas líneas y compartir un mensaje, creyendo que también con ello te sirvo.

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