La policía española desarticuló una organización criminal internacional dedicada al tráfico de drogas y vinculada al Cártel de Sinaloa, con la detención de 24 personas, entre ellas 14 de nacionalidad mexicana, según confirmaron a EL UNIVERSAL fuentes de la Policía Nacional.
Durante el operativo que se llevó a cabo en las provincias de Madrid y Guadalajara, los agentes incautaron mil kilos de cogollos de marihuana y 37 kilos de cocaína, tres subfusiles y varias pistolas, así como bienes de lujo (17 vehículos y 4 viviendas) por un importe cercano a los siete millones de euros. La policía también desmanteló dos laboratorios para el procesamiento y distribución de la droga y dos invernaderos destinados al cultivo de marihuana, además de bloquear 20 cuentas bancarias.
Los narcotraficantes mexicanos no dudaron en corromper a varios funcionarios españoles para que les ayudaran a conseguir la documentación necesaria para asentarse en el país ibérico.
“El operativo permitió la completa desarticulación de la organización y la detención de sus responsables, localizando en el domicilio del líder del entramado un laboratorio de cocaína en pleno proceso de elaboración de más de 37 kilos de sustancia” señala el Ministerio del Interior.
La investigación inició a finales del 2020
La investigación se inició a finales del año 2020 cuando se detectó la llegada a Madrid de varios ciudadanos mexicanos, procedentes de Sinaloa, que rápidamente se instalaron en diferentes viviendas de lujo. Al poco tiempo, los agentes observaron que los recién llegados comenzaron a trabajar en grandes plantaciones de marihuana situadas en la provincia de Guadalajara, donde recibían visitas reiteradas de personas vinculadas al tráfico de drogas.
“Con el avance de las pesquisas, los agentes identificaron a un clan familiar, vinculado con cárteles mexicanos de la droga, que había introducido en nuestro país más de diez millones de euros en metálico y oro de inversión con la finalidad de asentarse en España. Los investigados comenzaron a comprar decenas de vehículos de lujo y viviendas de alto standing, así como a adquirir varios negocios y a constituir sociedades cuyo propósito era canalizar los beneficios obtenidos de la venta de sustancias estupefacientes”, indica la policía.
“La investigación ha acreditado un movimiento de capitales abrumador. Cambiaban constantemente de viviendas (todas ellas de lujo) y se dedicaban a la compraventa de joyas y vehículos deportivos cuyos precios superaban los 500 mil euros. Esto obedecía al blanqueo de los beneficios que obtenían ilícitamente y, además, era una medida de seguridad para evitar ser localizados en una zona concreta”, explica el Ministerio del Interior.
La organización contaba con una estructura de sociedades en España, Colombia, Suiza y Portugal para blanquear el dinero procedente de sus actividades ilícitas y, en algunos casos, para explotar los cultivos de cannabis. Para ello, gestionaban plantaciones de marihuana en diferentes provincias de España, cuya finalidad era la extracción de productos derivados del CBD (sustancia química de la marihuana) en laboratorios de Suiza y Portugal.
“Tras arduas gestiones, los agentes intervinieron 60 toneladas de plantas, hecho que motivó que la organización invirtiera en nuevos sistemas de cultivo basados en la creación de contenedores con un software inteligente que les permitiría obtener cosechas en menos de tres meses. Algunos de los miembros mexicanos del grupo criminal trataron de adquirir este negocio por una importante suma de dinero, si bien las actuaciones policiales lo frustraron”, relatan las autoridades españolas.
Con el transcurso de la investigación, los agentes detectaron la llegada a España de personas, procedentes de Sudamérica, a las que la organización usaba de “mulas” para introducir cocaína base en paquetes de café. La droga era procesada, envasada y serigrafiada en dos laboratorios de la provincia de Madrid para, posteriormente, venderla a narcotraficantes procedentes de Croacia y Holanda con los que habían cerrado negocios previamente. El grupo también contaba con otras redes de distribución a través de ciudadanos chinos y otros vendedores, ubicados en diferentes localidades de Madrid que incluso introducían la sustancia estupefaciente en centros penitenciarios.
A raíz del operativo en el que participaron más de 200 agentes, la justicia española ha cursado órdenes europeas de investigación y comisiones rogatorias a otros países, entre ellos México, para que ahonden en los hechos en los que están involucrados miembros del Cártel de Sinaloa.